Ana Mercedes Vivas: Un Viaje Poético en Palabras
Ana Mercedes Vivas, una destacada poeta y comunicadora, compartió su conmovedora trayectoria en el programa "Mujeres de Ataque" con Juan Lozano. Hija de reconocidos poetas, su vida ha girado en torno a la poesía, aunque dicho legado provocó en ella una relación complicada con este arte al principio. Vivas revela que, a pesar de tener la poesía "en sus venas", no siempre fue un camino fácil para ella. Desde su infancia, las expectativas de ser la hija de poetas la presionaron, generando un rechazo hacia la poesía que perduró durante sus años formativos.
Desde pequeña, Ana Mercedes enfrentó el desafío de cumplir con los estereotipos que se esperaban de ella. “Me decían ‘tan linda la niña, hija de dos poetas, ya escribe versos’ y a mí me daba ganas de contestar que yo apenas hacía castillos de arena en el liceo”, expresa. Esta sensación de inadecuación la acompañó en su infancia, marcando su relación con la poesía y la vida en general. No fue hasta más tarde que comenzó a explorar las letras con mayor profundidad, en un camino guiado por la figura materna.
La influencia de su madre fue crucial en su acercamiento a la poesía. Ana Mercedes recuerda cómo evitaba este género debido al dolor que sentía su madre al recitar, ya que las palabras la hacían evocar al fallecido padre de Ana. Ningún niño quiere ver llorar a su madre, y esa profunda conexión emocional le hacía mantener la poesía a distancia. Sin embargo, la música fue un refugio alternativo donde comenzó a encontrar su voz. Su madre, consciente del talento de su hija, le presentó a Joan Manuel Serrat, un momento decisivo que despertó su curiosidad por las letras.
A medida que fue creciendo, Ana Mercedes empezó a entender que la poesía no solo era un refugio familiar, sino una forma de expresión personal. La sabiduría de Maruja, un pilar en su vida, le permitió conectar con las letras de una manera más profunda. Las canciones de Serrat, cargadas de poesía, le ofrecieron un sentido de libertad creativa que no había encontrado anteriormente en las rimas que la rodeaban. Su historia nos recuerda que la poesía puede manifestarse en diversas formas, y que a veces, la conexión se encuentra en lugares inesperados.
La relación de Ana Mercedes con la poesía evolucionó a lo largo de los años. Su primer acercamiento fue más una resistencia que un abrazo, pero eventualmente, las letras se convirtieron en su voz y su vehículo para navegar las complejidades de la vida. Como poeta, logró transformar su dolor en arte, utilizando sus vivencias personales para conectar con los demás. Su trabajo refleja una sensibilidad única, resultado de una vida llena de experiencias emotivas y memorables.
En este diálogo íntimo entre madre e hija, la poesía deja de ser un legado de presión y se transforma en una fuente de inspiración. Ana Mercedes Vivas nos enseña que cada historia poética es única, y que encontrar nuestro lugar en el mundo literario puede ser un proceso lleno de desafíos y oportunidades. La evolución de su relación con la poesía y su entrega a las letras es un testimonio de cómo, a pesar de las dificultades, siempre hay un camino para redescubrirse y hacer de la poesía, un espacio de sanación y creatividad.