El Regreso de las Estatuas a la Catedral de Notre Dame: Una Nueva Era de Restauración

La catedral de Notre Dame en París, uno de los monumentos más emblemáticos del mundo, sigue avanzando en su proceso de restauración después del devastador incendio de abril de 2019. Las dieciséis estatuas que fueron retiradas solo días antes del siniestro, han comenzado su regreso progresivo a la aguja de la catedral. Este proceso marca un hito significativo en la restauración de la catedral, simbolizando la resiliencia y la dedicación de aquellos que trabajan para devolverle su esplendor.

La primera de estas esculturas, una representación del apóstol San Pablo, fue reinstalada recientemente, según informó el organismo público encargado de la restauración. Las estatuas, diseñadas en 1857 por el reconocido arquitecto Eugène Viollet-le-Duc, fueron creadas específicamente para embellecer la base de la aguja. Este regreso no solo es un paso hacia la finalización del proyecto de restauración, sino también un tributo a la historia y el arte que caracteriza a Notre Dame.

Los trabajos de restauración permiten que las estatuas decoren nuevamente la aguja, convirtiéndose en un símbolo de renacimiento. Desde su retirada, las esculturas han estado expuestas en la Ciudad de la Arquitectura y del Patrimonio, lo que ha permitido que los visitantes sean testigos de su belleza y del proceso histórico que las rodea. La comunidad parisina y los turistas han estado observando con entusiasmo cada avance en la restauración, reflejando el profundo sentido del patrimonio de la ciudad.

Philippe Jost, presidente de la institución pública a cargo del proceso, ha expresado que este es un "nuevo punto culminante" en la "excepcional aventura colectiva" de restaurar Notre Dame. La reinstalación de las estatuas se realiza en un contexto donde la catedral, después de años de trabajos intensivos, empieza a presentar un aspecto cada vez más renovado y atractivo frente al mundo. La desaparición de los andamios en la aguja es un signo esperanzador del final de una larga travesía.

La colocación de las estatuas es parte integral de las fases finales del techado de la aguja, un proyecto dividido en dos etapas. Estrategias robustas han sido implementadas para asegurar que la catedral permanezca abierta y operativa, un esfuerzo que ha comenzado a dar frutos. A partir de diciembre de 2023, se ha logrado cubrir la parte superior de la catedral, lo cual, además, permitirá cerrar completamente las bóvedas durante el verano de 2024.

El regreso de las estatuas de Notre Dame no solo simboliza un renacer arquitectónico, sino que también refleja el compromiso de Francia con su patrimonio histórico. La catedral es un símbolo de la cultura, la fe y la historia del país. A medida que se avanza en la restauración, se espera que millones de visitantes de todo el mundo continúen su peregrinaje para admirar la majestuosa obra maestra que, una vez restaurada por completo, resplandecerá en el horizonte de París, recordándonos la importancia de preservar nuestro legado cultural.

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