La Magia de «Ciudad Mural» en La Grita: Una Galería al Aire Libre
En la XIV edición del festival «Ciudad Mural», un grupo de 40 talentosos artistas de diferentes regiones de Venezuela, junto con dos representantes de Colombia, transformaron la Calle 2 de La Grita en una vibrante galería al aire libre. Esta iniciativa, coordinada por la Vicepresidencia de Asuntos Religiosos del PSUV, en colaboración con la alcaldía y la gobernación del estado Táchira, permitió la creación de 15 murales que capturan la esencia y la identidad de esta histórica ciudad, situada en las montañas del Táchira. Con 450 años de historia, La Grita se destaca no solo por su belleza arquitectónica, sino también por su rica tradición cultural y artística.
El gobernador Freddy Bernal subrayó la relevancia de La Grita como un centro de pensamiento crítico y expresión artística. Al referirse a la ciudad como “la Atenas del Táchira”, enfatizó su herencia como cuna de poetas, filósofos y artistas. Los murales creados en este festival son un reflejo de la idiosincrasia local y los elementos autóctonos de la región, lo que da vida a las paredes de la ciudad y fomenta el turismo y la cultura. Estos artistas no solo han embellecido el entorno, sino que han creado un espacio para la reflexión y el diálogo sobre la identidad, la fe y la tradición.
Para el artista Gerardo Duque, oriundo del Táchira, participar en eventos como «Ciudad Mural» es fundamental para el impulso del turismo y la visibilidad de los artistas. Duque describe cómo la energía creativa de sus compañeros lo motivó a involucrarse activamente en el proyecto. Este sentido de comunidad y colaboración es vital en el ámbito artístico, permitiendo que los artistas se unan para crear obras que no solo son individuales, sino que también representan un esfuerzo colectivo.
El artista trujillano Avilio Robles, en su segunda participación en el festival, presentó un mural que incorpora temas religiosos. Su obra, que fusiona impresionismo y realismo, destaca figuras significativas como José Gregorio Hernández y el Santo Cristo de La Grita. Robles enfatiza la importancia de los eventos de muralismo, donde los artistas pueden experimentar y expresar su creatividad de diversas maneras, enriqueciendo la oferta cultural de la ciudad. La convivencia artística en estos festivales potencia la innovación y ofrece nuevas perspectivas sobre temas tradicionales.
Andrés Bello, un artista de Mérida, también destacó la diversidad de expresiones artísticas en esta edición. A pesar de que muchos murales abordaron el tema del Santo Cristo, cada artista aportó su propia visión, resultando en un enriquecimiento de las representaciones gráficas. Este enfoque diverso no solo embellece el paisaje urbano, sino que también ofrece una nueva interpretación de lo que representa el Santo Cristo en la cultura local, demostrando que el arte puede ser un vehículo de reflexión y conexión comunitaria.
Finalmente, Eloy Guzmán, quien llegó desde Caracas, expresó cómo su participación en «Ciudad Mural» ha ido más allá de la mera creación de murales. Su obra se centra en la memoria colectiva y la agricultura local, utilizando elementos simbólicos como el trigo y el molino de piedra. Guzmán busca, a través de su arte, conectar con el público, especialmente con los niños, utilizando ilustraciones fantásticas para atraer su atención. Su enfoque refleja una búsqueda por revivir la conexión con la naturaleza y el patrimonio agrícola de la región, haciendo de su mural un puente entre la tradición y las nuevas generaciones.
En resumen, la XIV edición de «Ciudad Mural» no solo ha sido un evento artístico, sino un festival de identidad y comunidad, donde la esencia de La Grita ha sido capturada en 15 murales. Esta experiencia ha proporcionado a artistas de diversas partes de Venezuela y Colombia una plataforma para expresarse, creando lazos y fomentando un intercambio cultural significativo. El arte, así, se convierte en un poderoso medio para celebrar la historia, la tradición y la belleza de un pueblo que se encuentra en constante evolución.