El membrillo: Una fruta nutritiva y llena de beneficios para la salud

El membrillo (Cydonia oblonga), a menudo subestimado, tiene un perfil nutricional impresionante que lo convierte en un aliado para la salud. A pesar de que su textura dura y su sabor astringente pueden hacer que no sea la fruta más popular, cada vez más investigadores y nutricionistas destacan sus múltiples propiedades benefactoras. La nutricionista Milagros Sympson resalta que el membrillo es una fuente rica en fibra dietética, particularmente pectina, vitamina C y antioxidantes como flavonoides y polifenoles. Estos compuestos lo convierten en un alimento valioso para incluir en nuestra dieta.

Originario de Asia y la región del Mediterráneo, el cultivo del membrillo data de la antigüedad, siendo conocido y apreciado en Grecia y Roma como símbolo de amor y fertilidad. Históricamente, ha sido utilizado en la medicina tradicional, y ha sido objeto de estudios en los National Institutes of Health (NIH) que han investigado sus propiedades antioxidantes, antibacterianas y antiinflamatorias, así como sus beneficios en la regulación del azúcar y la salud digestiva.

Entre las propiedades más relevantes del membrillo, está su alto contenido en fibra natural. Especialmente la pectina, que es soluble y puede ayudar a regular el tránsito intestinal, controlar los niveles de colesterol y contribuir a la regulación del azúcar en sangre. Al madurar, el membrillo adquiere un efecto astringente que puede ser beneficioso para la digestión. Además de su riqueza en fibra, este fruto también es una excelente fuente de vitamina C, que fortalece el sistema inmunológico y mejora la salud de la piel.

Otro beneficio significativo del membrillo es su potencial antiinflamatorio y antioxidante, gracias a sus compuestos fenólicos y flavonoides. Estos elementos ayudan a combatir el estrés oxidativo en el cuerpo, promoviendo así una mejor salud general. Además, investigaciones han demostrado que el membrillo tiene propiedades antibacterianas que podrían prevenir la proliferación de bacterias dañinas, lo que añade a su valor nutricional. Por ejemplo, algunos estudios sugieren que su jarabe puede aliviar los síntomas de la acidez y el reflujo gastroesofágico con una eficacia comparable a la de ciertos medicamentos.

Es importante destacar que existen diferencias significativas entre el membrillo fresco y el que se consume cocido o en dulce, como el popular dulce de membrillo. Aunque este último conserva parte de la fibra, su contenido en azúcares se incrementa notablemente, lo que puede ser un factor perjudicial para personas con diabetes o sobrepeso. La especialista Sympson aconseja limitar su consumo en estas formas, especialmente porque la cocción también reduce el contenido de vitamina C, uno de los nutrientes más valiosos del membrillo.

En cuanto a la aporte calórico, el membrillo fresco ofrece alrededor de 57 calorías por cada 100 gramos, además de azúcares naturales en cantidades moderadas. En contraste, su versión cocida puede superar las 300 calorías por la adición de azúcares, haciendo recomendable el consumo del membrillo en su estado fresco para quienes buscan mantener un peso saludable. A medida que más información sobre esta fruta y sus propiedades se vuelve accesible, se hace evidente que incorporar el membrillo fresco en nuestra dieta puede ser una excelente manera de disfrutar de un alimento delicioso y nutritivo, lleno de beneficios que promueven nuestra salud a largo plazo.

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