Cinco escuelas de Acapulco suspenden clases ante la violencia creciente en el puerto mexicano

Recientemente, la ola de violencia que azota a Acapulco ha llevado a la suspensión de clases en cinco escuelas de la zona. La decisión se tomó ante la alarmante situación de seguridad, que ha visto un aumento en los asesinatos y ataques incendiarios atribuidos a grupos criminales. Estas medidas han incluido el cambio de clases presenciales a un formato virtual y el adelanto de las vacaciones de Semana Santa, como respuesta a la percepción de riesgo entre estudiantes y familias.

Los ataques han tenido como foco los Barrios Históricos de Acapulco, donde se han registrado varios incidentes violentos, incluyendo el asesinato de un taxista y de dos trabajadores de una tortillería. Además, se ha reportado el incendio de un comercio, lo que agrava aún más la situación en esta emblemática ciudad turística del Pacífico mexicano. Ante estos hechos, la comunidad educativa ha tomado la difícil decisión de proteger la seguridad de los alumnos.

El secretario de Seguridad Pública de Guerrero, Josué Barrón Sevilla, ha indicado que la violencia reciente está vinculada a una reestructuración de los grupos criminales en la región. Para hacer frente a esta crisis de seguridad, más de 4,000 elementos de diversas corporaciones están realizando patrullajes en Acapulco. La situación se ha intensificado principalmente en la colonia La Mira, donde se han implementado operativos permanentes con apoyo aéreo y marítimo.

La crisis de inseguridad también ha impactado otros sectores de la vida cotidiana en Acapulco. Por ejemplo, el organismo operador de agua de la ciudad ha reportado que al menos 40 tanques de almacenamiento están fuera de servicio debido al temor de los trabajadores a quedar atrapados en enfrentamientos entre bandas criminales. Esto ha resultado en escasez de agua en varias comunidades, lo que añade una capa más de dificultad a la vida de los residentes.

En este contexto de violencia e inestabilidad, los ciudadanos han comenzado a manifestarse. Recientemente, se han llevado a cabo protestas y bloqueos exigiendo mayor seguridad y una mayor presencia de las autoridades. Las cifras reflejan la gravedad de la situación, ya que Guerrero se sitúa como uno de los estados más afectados por la violencia en México, ocupando el sexto lugar a nivel nacional en homicidios. En los últimos seis meses, se han reportado 762 asesinatos, lo que representa el 5.4% del total nacional.

Finalmente, la situación ha cobrado más vidas recientemente, con un informe de la Fiscalía General del Estado que indica al menos 11 muertos en un enfrentamiento entre bandas criminales en Tecoanapa, un municipio cercano a Acapulco. Esta nueva ola de violencia no solo ha conmocionado a la comunidad local, sino que también plantea serios desafíos para el gobierno estatal y federal en su intento de restaurar la paz y la seguridad en esta importante región turística. La preocupación por la seguridad sigue creciendo, y el futuro de Acapulco depende de las acciones que se tomen para enfrentar esta crisis de violencia.

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