Florida Convierte una Prisión Abandonada en un Centro de Detención para Migrantes
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, ha anunciado la conversión de una prisión estatal abandonada en el norte del estado en un centro de detención para migrantes, conocido como “Depósito de Deportación”. Este anuncio se produce poco más de un mes después de la inauguración de Alligator Alcatraz, una instalación similar en el sur de Florida que tiene la capacidad de albergar a 3,000 migrantes. Esta decisión refleja un enfoque más estricto sobre la inmigración en el estado, acorde con las políticas del gobernador y el auge de la migración irregular.
La nueva instalación, ubicada a aproximadamente 70 kilómetros al oeste de Jacksonville, tiene una capacidad para más de 1,300 personas. DeSantis destacó que su apertura se daría “pronto”, aunque no quiso apresurarse en su implementación. Esta prisión, que se encontraba en desuso, fue seleccionada tras una evaluación tendera sobre su idoneidad para cumplir con las demandas de capacidad que enfrenta el estado.
La inauguración del Depósito de Deportación es un indicio claro de la creciente necesidad de espacios adicionales para procesar y deportar a inmigrantes indocumentados. En sus declaraciones, DeSantis subrayó que Florida se encuentra en un punto donde es imprescindible contar con más capacidad, aunque no proporcionó detalles sobre si Alligator Alcatraz ha alcanzado su límite de operación. Esta nueva instalación surge ante un panorama en el que el estado está viendo un incremento en la llegada de migrantes.
Florida ha sido uno de los líderes en política migratoria a nivel nacional, siendo un fiel aliado del expresidente Donald Trump en sus esfuerzos por endurecer las reglas de inmigración. Un aspecto crucial de la normatividad en Florida es que obliga a las fuerzas policiales locales a colaborar con el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) en la captura y detención de indocumentados. Esta medida ha generado controversia, ya que algunos críticos argumentan que desplazar recursos policiales hacia la migración puede afectar la seguridad pública en otras áreas.
Pese a los debates y a la oposición que generan estas políticas, el gobernador DeSantis se mantiene firme en su defensa de la economía de Florida. El avance en la administración de los centros de detención para migrantes encaja dentro de un esquema más amplio que busca asegurar que las leyes de inmigración sean respetadas en todo el estado. Además, este enfoque está alineado con las tendencias política y social del momento, lo que podría ayudar a DeSantis en su imagen como líder fuerte en cuestiones de inmigración.
Con la apertura de estos centros, Florida no solo busca controlar la entrada de migrantes, sino también procesar de manera más eficaz a aquellos que buscan entrar al país de manera irregular. La combinación de la política migratoria severa y la adaptación de infraestructuras ya existentes resalta la intencionalidad detrás de las decisiones del gobierno estatal y refleja la urgencia de la situación migratoria actual.