La Trágica Situación de los Tripulantes Abandonados en Cargueros: El Caso del Anka

La historia de un tripulante indio, Manas Kumar, ha puesto de relieve la difícil situación de los marinos en el contexto actual de la guerra en Ucrania. Kumar ha estado varado en el carguero Anka desde abril, junto con otros 13 miembros de la tripulación, mientras transportaban palomitas de maíz desde Moldavia a Turquía. El buque fue abordado en el río Danubio, y a pesar de que las autoridades ucranianas decidieron que no eran objeto de investigación, los marineros se encuentran atrapados en una situación crítica que ha hecho eco en todo el mundo.

El Anka, a pesar de navegar bajo la bandera de Tanzania y gestionar por una empresa turca, fue señalado por Ucrania como parte de la flota rusa “en la sombra”. Esta ambigüedad sobre la propiedad y gestión del buque ha complicado aún más la situación, ya que la tripulación no tiene acceso a su salario, que acumuló más de 102,000 dólares en junio. Kumar, como jefe de oficiales, ha expresado el deseo desesperado de la tripulación por regresar a casa, a pesar de que abandonar el barco significaría perder sus ingresos, lo que representa un dilema moral y económico para muchos marineros.

La problemática del “abandonado” es actual y alarmante. Se define como la severa falta de apoyo por parte de los armadores, quienes en muchos casos rompen lazos con sus tripulaciones, dejándolas a su suerte sin provisiones, repatriación o salarios. Según la Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte (ITF), en 2024 había más de 3,100 marinos en esta situación, con un notable número de ellos pertenecientes a la nacionalidad india. Se estima que India está liderando la lista de marineros abandonados debido a este fenómeno, lo que genera cada vez más preocupación sobre la regulación del sector marítimo.

Una de las causas principales de este problema son los puertos de conveniencia, en los que se registran buques en países con leyes menos estrictas en materia de seguridad y bienestar. Esta práctica oculta la verdadera identidad del propietario del barco y deriva en una serie de complicaciones para la tripulación. En la actualidad, alrededor del 90% de los buques abandonados navegan bajo este tipo de pabellones, lo que subraya una crisis global que requiere atención urgente.

La vida de los tripulantes en situaciones como la de Kumar es particularmente dura. Muchos de estos marinos, al ser contratados, invierten gran parte de sus ahorros en formación y en pagar a agentes que les consigan trabajo. Abandonar un barco sin salario es prácticamente imposible para muchos, lo que añade presión a una situación ya complicada. Kumar ha expresado claramente sus temores al estar en lo que él considera una zona de guerra, deseando regresar a casa sin complicaciones.

Las complicaciones no se limitan solo a los buques abandonados. Otros marinos también enfrentan situaciones similares, como el capitán Amitabh Chaudhary, quien se encontró atrapado por un accidente en su barco, el Stratos. A pesar de los esfuerzos por reflotarlo, la tripulación esperó meses para recibir ayuda, y la falta de salarios es una preocupación constante. Según los testimonios recogidos, estos marineros experimentan hambre y se ven obligados a improvisar soluciones en condiciones precarias, lo que exacerbó su situación emocional y psicológica.

Las críticas al regulador marítimo de la India, la Dirección General de Navegación, han aumentado debido a la falta de escrutinio adecuado y a la comprobación de antecedentes de los barcos y sus propietarios. Muchos sostienen que los marinos también deben ser más diligentes al verificar los contratos y buscar asesoría legal antes de asumir roles en buques. Sin embargo, dado que la industria marítima es global y compleja, las dificultades persisten, como se muestra en los casos recientes.

En conclusión, los casos de Manas Kumar y otros marinos reflejan las urgentes necesidades de una reforma en la regulación marítima y una mayor protección para la tripulación. En un mundo donde el trabajo en el mar es esencial para el comercio global, es esencial garantizar que los derechos de los marinos sean respetados y que se realicen esfuerzos para prevenir la práctica del abandono. La crisis actual en la industria naval es una llamada de atención para gobiernos y organizaciones internacionales. Es fundamental actuar y encontrar soluciones para que situaciones tan desoladoras no se repitan.

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