Maduro y las ONG: Acusaciones de Financiamiento Extranjero en Venezuela
En un reciente programa transmitido por el canal estatal Venezolana de Televisión (VTV), el presidente Nicolás Maduro acusó a varias organizaciones no gubernamentales (ONG) en Venezuela de ser financiadas por el Departamento de Estado de EE.UU. y otras entidades del gobierno estadounidense. Según Maduro, estas ONG, que aparentan tener una ideología de izquierda o chavista, son usadas como herramientas para “lavarle la cara” a lo que él considera “terroristas” que han llevado a la “destrucción” del país.
Maduro no mencionó nombres específicos de las ONG, pero sostuvo que estas reciben fondos de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) y de la CIA. “Por ahí andan, financiados por Usaid y la CIA, ONG que se quieren hacer pasar por izquierdistas y chavistas,” declaró el presidente. Este tipo de afirmaciones no son nuevas en el discurso político venezolano, donde el gobierno habitualmente insiste en que actores externos intentan desestabilizar la nación.
Uno de los puntos más controvertidos de su intervención fue la vinculación de estas ONG con el comando de la campaña de políticos opositores, específicamente María Corina Machado y Edmundo González Urrutia. Maduro afirmó que estos “terroristas” causaron caos y destrucción tras las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024, cuando él fue proclamado como mandatario reelecto. En este contexto, acusó a la oposición de fraude electoral y de incitar a la violencia.
Las declaraciones de Maduro se producen en un momento de creciente tensión política en Venezuela. Después de las elecciones, la Fiscalía detuvo a más de 2.400 personas relacionadas con la mayor coalición opositora, la Plataforma Unitaria Democrática (PUD). Según informes de la Fiscalía, también se registraron 28 muertes vinculadas a estos incidentes, lo cual ha sido objeto de controversia y se rechaza por parte de la oposición.
La PUD ha respondido a las acusaciones de Maduro afirmando que las elecciones fueron ganadas por González Urrutia, quien se encuentra exiliado en España desde septiembre del año pasado. La oposición, a su vez, ha intensificado sus esfuerzos para visibilizar lo que consideran un clima represivo y una falta de libertades en el país, en medio de la creciente inseguridad y crisis económica.
Por último, las acusaciones de Maduro sobre las ONG también reflejan un patrón de deslegitimación de voces críticas dentro de Venezuela. Al vincularlas con intereses extranjeros, el gobierno busca invalidar sus denuncias y propuestas. Este tipo de retórica no solo polariza aún más el debate político en el país, sino que también complica la búsqueda de soluciones a las profundas crisis sociales y económicas que enfrenta Venezuela.


