El Impacto de las Lluvias en el Estado Táchira: Una Perspectiva Actualizada
Durante las últimas 72 horas, el estado Táchira ha sido afectado por lluvias significativas que han resultado en anegaciones en tres municipios, aunque sin mayores complicaciones. Yesnardo Canal, director de Protección Civil de la entidad, informó que este fenómeno marca el inicio formal del periodo de lluvias en Venezuela, con un enfoque particular en el Eje Andino. Los municipios más afectados por las inundaciones han sido Andrés Bello, Guásimos y San Cristóbal, donde la colmatación de los sistemas de drenaje ha llevado a problemas en las vías principales.
La situación se ha manejado de forma inmediata por parte de las direcciones municipales de Protección Civil y otros organismos competentes. Los informes previos a la temporada de lluvias, que han permitido una preparación anticipada, han sido esenciales para mitigar el riesgo en la región. Con un notable descenso en los puntos de riesgo, de 4,500 en 2022 a 1,232 en el último informe, se destaca el compromiso del gobernador Bernal y su enfoque en la política preventiva en la gestión de riesgos. Esta disminución es un reflejo de los esfuerzos coordinados para mejorar la infraestructura de drenaje y respuesta a emergencias.
A pesar de la efectividad en la mitigación, Canal advierte sobre la saturación de los suelos, lo que puede provocar desprendimientos de material granular, especialmente en las Troncales 1 y 7. El monitoreo constante ha sido una prioridad, dado que las lluvias han sido uniformes en todo el estado, afectando diversas áreas, desde el sur hasta el norte. En particular, el municipio fronterizo de Bolívar registró 22 litros de lluvia por metro cuadrado, un indicador de que el suelo está comenzando a saturarse.
El análisis de antecedentes de lluvias previas ha permitido identificar áreas de riesgo, como el barrio San Francisco en San Cristóbal, que ha sufrido por aumentos de caudales y escorrentías erosivas. Sin embargo, en contraste con otros estados como Mérida, Trujillo y Barinas, donde se han reportado desbordamientos, los afluentes hídricos del Táchira han mantenido su volumen normal, lo que ha limitado el impacto de las lluvias recientes.
Para fortalecer la seguridad en la región, se ha activado un sistema de alertas tempranas que incluye cámaras de vigilancia en los principales afluentes de San Cristóbal, garantizando un monitoreo las 24 horas. Esta estrategia es esencial para detectar cualquier cambio en el comportamiento de los ríos y actuar de manera oportuna ante cualquier eventualidad.
En conclusión, mientras que las lluvias en Táchira han generado algunos problemas menores, la preparación y respuesta oportuna han demostrado ser efectivas. La continua inversión en infraestructura y el compromiso con la gestión de riesgos son fundamentales para garantizar la seguridad de los habitantes durante esta temporada de lluvias. Con un enfoque preventivo y un monitoreo constante, Táchira se encuentra mejor preparado para enfrentar los desafíos que traen las precipitaciones estacionales.