Homenaje a las víctimas del accidente aéreo en Amazonas: un tributo del gobernador Miguel Rodríguez

El pasado martes, la selva de Amazonas se convirtió en escenario de una tragedia, cuando un accidente aéreo cobró la vida de siete personas, incluido un capitán de la Fuerza Aérea Bolivariana. Miguel Rodríguez, gobernador del estado, rindió homenaje a las víctimas, resaltando la importancia de las misiones humanitarias que realizaban en la región. Estos vuelos, muchas veces olvidados, son vitales para las comunidades indígenas, como los yanomamis, que dependen de estos servicios para el acceso a la salud.

Las víctimas, en su mayoría, eran miembros de la comunidad yanomami que regresaban a su hogar en Parima B tras recibir atención médica. El gobernador enfatizó la labor de los aviadores en estas misiones, resaltando que su propósito no es otro que atender las necesidades de quienes habitan en la densa selva. Estos vuelos constituyen un elemento esencial en la conexión entre las comunidades remotas y el sistema de salud.

Rodríguez acompañó a las familias de los fallecidos durante el traslado de los cuerpos, mostrando su solidaridad en estos momentos difíciles. Visitar la Sierra de Parima, donde residían algunos de los interesados, subraya su compromiso no solo como gobernador, sino como ser humano. La conexión emocional que estableció con los familiares resalta la necesidad de atención y respeto hacia quienes han perdido seres queridos en circunstancias tan dolorosas.

El accidente involucró un Cessna Grand Caravan C-208B, con siglas AMB 4292, vinculado al Grupo Aéreo de Transporte de la Aviación Militar. Este tipo de aeronave es comúnmente utilizado en misiones específicas que, aunque peligrosas, son esenciales para conectar a las comunidades aisladas con el resto del país. El capitán Luis Alberto Durán Caripa, copiloto del avión, es recordado como un valiente que arriesgó su vida por la salud de otros.

La lamentación del gobernador es un reflejo de la realidad que enfrentan las comunidades en Amazonas. Rodríguez expresó que “no es fácil describir cómo siente” ante la pérdida de vidas, especialmente de quienes dedicaron sus días al servicio de los demás. Esta pérdida no solo se siente en los corazones de sus familiares, sino en toda la comunidad, que ve cómo se apaga una luz que iluminaba sus días.

El homenaje de Miguel Rodríguez es un recordatorio de la valentía y dedicación de aquellos que operan en entornos desafiantes. Su intervención y apoyo no solo traen consuelo a las familias, sino que también llaman a la reflexión sobre la importancia de garantizar la seguridad en estas misiones. La responsabilidad recae no solo en las autoridades, sino en toda la sociedad, para proteger a quienes se arriesgan por el bienestar de comunidades vulnerables en Amazonas.

Compartir.
Deja una respuesta

Exit mobile version