Resumen del caso del homicidio del sacerdote José Manuel Ferreira en Venezuela
La Sala Penal del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela ha desestimado dos recursos presentados para anular la condena de Rafael Antonio Hernández Contreras y Darwin Daniel Perozo Castillo, acusados de asesinar al sacerdote José Manuel de Jesús Ferreira, un clérigo de 39 años de la iglesia San Juan Bautista en San Carlos, estado Cojedes. Esta decisión queda registrada en la sentencia número 044, escrita por la magistrada Carmen Marisela Castro y respaldada por los magistrados Elsa Gómez y Maikel Moreno, quienes sostuvieron la aprehensión y el juicio de estos criminales.
Los trágicos hechos ocurrieron en la noche del 20 de octubre de 2020, cuando el sacerdote Ferreira salió de la parroquia para despedir a unos feligreses que habían asistido a la misa. En ese momento, Hernández y Perozo irrumpieron en la escena, sometiendo al sacerdote y a dos mujeres presentes. Uno de los delincuentes, armado, tomó como rehén a una de las mujeres. En un intento de rescatarla, el sacerdote fue gravemente herido, recibiendo dos disparos, uno de ellos en el tórax. A pesar de los esfuerzos realizados, el padre Ferreira fue trasladado al hospital, donde lamentablemente fue declarado sin vida.
Tras el homicidio, Hernández y Perozo intentaron huir del país con destino a Colombia, pero sus planes fueron frustrados cuando fueron detenidos en Barinas. Este arresto marcó el inicio de un largo proceso judicial que se extendió desde el 18 de agosto de 2021 hasta el 15 de agosto de 2023. Durante el juicio, Johan Daniel Ruiz Silva, quien fue el tercer acusado en el caso, admitió su culpabilidad y enfrentó una pena de 10 años de prisión. Este reconocimiento facilitó el avance del proceso judicial y dejó en claro el papel activo que tuvieron en el asesinato del sacerdote.
Finalmente, el Tribunal Primero de Juicio de Cojedes impuso sentencias a Hernández y Perozo por homicidio intencional en ejecución de robo, siendo Hernández condenado a 16 años de prisión, mientras que Perozo recibió una condena de 10 años. Esta decisión fue confirmada por la Sala Penal el 13 de febrero, asegurando que se hiciera justicia por un crimen que conmocionó a la comunidad local y al país en general.
La reacción de la sociedad ante este caso ha sido de repudio y consternación, destacando la violencia creciente que afecta a los ciudadanos en diferentes regiones de Venezuela. La figura del sacerdote Ferreira es recordada no solo por su labor religiosa, sino también por su compromiso comunitario y su defensa de los valores de paz y solidaridad. Las autoridades, al igual que los fieles, han mantenido viva su memoria tras el asesinato, evidenciando la necesidad de una sociedad más segura y justa.
En conclusión, el caso de José Manuel Ferreira simboliza la lucha contra la violencia en Venezuela y refleja los retos del sistema judicial para asegurar la justicia. La decisión del Tribunal Supremo reafirma la importancia de llevar a juicio a los responsables de actos atroces y el compromiso con un orden social basado en el respeto a la vida. La comunidad espera que esta y otras sentencias resulten en un mayor esfuerzo por parte del estado venezolano para enfrentar la criminalidad de manera más efectiva y devolver la paz a sus habitantes.