Alejandro Aguilar: El Viaje Inspirador de un Actor Colombiano

En el programa "On The Road", Mauro Giraldo tuvo la oportunidad de entrevistar al talentoso actor colombiano Alejandro Aguilar, quien ha marcado un hito en la televisión y el cine de Colombia. Con tan solo 43 años, Alejandro ha logrado una carrera impresionante, destacándose no solo como un versátil actor, sino también como guionista, director y productor. Su trayectoria incluye papeles inolvidables, como el emblemático ‘El Cachi’ en la popular serie ‘Rosario Tijeras’. Además, es reconocido como el actor colombiano más joven en acumular un impresionante total de 25 películas en su haber, entre las que se destacan ‘Las tetas de mi madre’, ‘La siempre viva’ y ‘Estrategia de venganza’.

La clave de su éxito, según Alejandro, reside en su disciplina y resiliencia. Durante la entrevista, enfatizó que "la disciplina no se equivoca", y que en el mundo del entretenimiento, es vital tener una "alma de teflón" para no dejarse afectar por los rechazos. Esta filosofía de persistir sin expectativas resuena en su carrera y su vida personal. Para él, un ‘no’ no debe dictar el rumbo de una carrera artística, sino que debe servir como impulso para seguir adelante.

Además de sus logros profesionales, la historia personal de Alejandro es verdaderamente conmovedora. A pesar de no haberse graduado del colegio, una institución que él describió como “El arca de Noé” por su inclusividad, su educación real provino de su hogar. Nacido como Fredy Alexander Aguilar Vásquez, creció en un entorno de esfuerzo y sacrificio. Su madre trabajó como operaria toda su vida, y su padre vendía arvejas en el mercado de Corabastos. Alejandro comparte con orgullo que su madre se graduó de bachiller a los 50 años, una historia que refleja la perseverancia que caracteriza sus propias acciones.

Uno de los momentos más relevantes de su infancia fue cuando cargaba un canasto al hombro desde la plaza de la 14 hasta la Comisaría de Acción Integral (CAI). Esta experiencia lo formó y le enseñó que las dificultades son fundamentales para forjar el carácter. Recuerda que su educación se nutrió del cine, pero también del arduo trabajo de sus padres, quienes desde una edad temprana lo enseñaron a luchar por sus sueños. Su pasión por el cine se cultivó desde niño, mientras sus padres rogaban por dejarlo entrar a las salas de cine, una pasión que se convertiría en su principal motor profesional.

Además de su talento actoral, Alejandro también incursionó en la danza y formó parte de Apolo’s Men. Esta experiencia no solo le permitió desarrollar habilidades artísticas, sino que también fue fundamental para costear su formación en actuación. Su historia es un testimonio de que el trabajo duro y la dedicación son esenciales para alcanzar los sueños.

En definitiva, Alejandro Aguilar se presenta como un ejemplo vivo de que el talento puede florecer en cualquier rincón de la sociedad, siempre y cuando vaya acompañado de disciplina, convicción y pasión. Su historia no solo es una inspiración para quienes aspiran a tener una carrera en el cine, sino también para todos aquellos que consideran que sus humildes orígenes pueden ser un obstáculo insuperable. A través de su relato, nos recuerda que cada desafío es, en realidad, una oportunidad para crecer y alcanzar nuestras metas.

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