Conflictos Vecinales en Prados del Este: La Lucha por la Transparencia en la Gestión de ASOPRAES
En la urbanización Prados del Este, los residentes se encuentran en una intensa disputa con Kiomara Scovino, presidenta de la Asociación de Propietarios ASOPRAES. Los vecinos han alzado la voz por el uso indebido de un espacio común que fue transformado en un mercado de corotos, sin la autorización requerida de las autoridades municipales. En un comunicado oficial, los residentes rechazaron categóricamente las acusaciones de difamación lanzadas por Scovino, afirmando que sus exigencias son parte de una contraloría ciudadana legítima ante la falta de transparencia en la gestión de la asociación.
Los vecinos argumentan que la gestión de Scovino ha sido caracterizada por la “opacidad” y la falta de rendición de cuentas. Con citas directas de documentos y denuncias formales, aseguran que sus quejas no son meras calumnias. Según ellos, las actas y contratos firmados presentan una clara falta de claridad en su administración y llevan a cuestionar el uso discrecional de recursos que, en su opinión, va en detrimento de los intereses comunitarios. Para fortalecer su posición, incitan a sus vecinos a verificar la existencia de pruebas formales en el Ministerio Público, resaltando la necesidad de una respuesta clara y fundamentada por parte de la directiva de ASOPRAES.
En la disputa, un aspecto clave es el acceso a las áreas comunes. Los vecinos subrayan que estas no pueden considerarse patrimonio exclusivo de la Junta Directiva y critican que Scovino se haya apropiado de la autoridad para decidir sobre su uso, a menudo excluyendo a niños y personas de sectores vulnerables. Esto ha generado un profundo malestar en la comunidad, que se siente despojada de sus derechos en el uso de espacios que deben estar al servicio de todos.
Otro punto de contention es la cuestión económica asociada al mercado de corotos. Los residentes han reportado cobros indebidos a emprendedores por el uso de los espacios, implicando a la directiva de ASOPRAES en prácticas que podrían considerarse extorsivas. Se preguntan sobre la legalidad de estos cobros, la falta de autorización por parte de la comunidad, y la transparencia en cómo se están utilizando esos fondos. Este problema ha crecido al punto de que más de 150 familias están en proceso de recoger firmas para exigir un cambio en la directiva de ASOPRAES, ya que consideran que ha dejado de representar los intereses de la comunidad.
La comunidad ha expresado su descontento tras la falta de respuesta por parte de ASOPRAES a las denuncias anteriores. Los vecinos consideran que la falta de acción por parte de la junta directiva refuerza su percepción de que han sido ignorados y que se han dejado de lado sus inquietudes. Esto ha llevado a la comunidad a exigir, no solo respuestas, sino un proceso de transparentar las acciones y recursos de la asociación, destacando la importancia de tener voz en el manejo de sus propios espacios.
Los alegatos de Scovino sobre la “instigación al odio” y su intento de defender su posición han sido considerados por muchos como tácticas de distracción. La comunidad no se opone a su derecho de réplica, pero sostienen que su obligación es rendir cuentas, algo que hasta la fecha no se ha cumplido. Los residentes demandan que las críticas hacia su gestión no sean vistas como ataques personales, sino como un llamado a restablecer la transparencia y la confianza en una asociación que, según ellos, ha sido secuestrada por intereses particulares.
En conclusión, la situación en Prados del Este ejemplifica un conflicto que va más allá del simple desacuerdo entre vecinos. Se trata de una lucha más profunda por la transparencia, la rendición de cuentas y el derecho de cada comunidad a decidir sobre sus propios destinos. La presión de los residentes para lograr un cambio en la administración de ASOPRAES podría ser un punto de inflexión crucial en la gestión de este tipo de asociaciones en el futuro. Las acciones que tomen las partes involucradas en las próximas semanas serán determinantes no solo para el futuro inmediato de Prados del Este, sino también para sentar precedentes en la gestión asociativa en otras comunidades del país.