La Revolución Verde en Venezuela: Biofertilizantes y Sostenibilidad en la Comuna Fabricio Ojeda

La vicepresidenta Ejecutiva de la República Bolivariana de Venezuela, Delcy Rodríguez, realizó una visita a la planta de producción de biofertilizantes ubicada en el núcleo de Desarrollo Endógeno Fabricio Ojeda, en Catia, parroquia Sucre de Caracas. Este recorrido se enmarca en el compromiso del gobierno venezolano por promover una economía más sostenible y en armonía con la naturaleza. En tan solo mes y medio, esta planta ha sido capaz de iniciar sus operaciones, demostrando el potencial de la agricultura orgánica en el país.

La producción de biofertilizantes y biohormonas, impulsada a través de procesos industriales basados en germinados, representa un avance importante dentro de la Gran Misión Madre Tierra Venezuela. Este programa se focaliza en fortalecer la agricultura orgánica y el desarrollo de una economía comunal, buscando integrar a todas las comunas productivas en la cadena de producción de alimentos. Como enfatizó Rodríguez, “que nuestro pueblo coma sano” es una prioritaria para garantizar la seguridad alimentaria y el bienestar de los venezolanos.

La vicepresidenta destacó que la planta de biofertilizantes tiene un enfoque radical: producir de manera que se respete el medio ambiente. Este esfuerzo no solo contempla la necesidad de fomentar una agricultura orgánica, sino también de realizar un importante ahorro en los costos de producción. Se estima que los costos se pueden reducir en más de un 50% en comparación con los fertilizantes sintéticos, lo que representa un cambio significativo para los agricultores locales.

El impacto de la emergencia climática actual y los desafíos del capitalismo depredador son aspectos que no se pueden ignorar. Rodríguez subrayó que la producción de biofertilizantes se trata de “producción para la vida”, reafirmando el compromiso de Venezuela con el respeto a la naturaleza. Cada vez más, las comunidades deben ser conscientes del valor que tiene cuidar el medio ambiente y de cómo sus acciones pueden contribuir a un futuro más sostenible.

Además, la industrialización de los procesos de fabricación en esta planta no solo generará productos como biofundicidas y biocontroladores, sino que también permitirá mejorar la calidad de vida de las comunidades al generar empleos y fomentar la economía local. Esta iniciativa es prueba de que se pueden encontrar soluciones innovadoras a corto plazo que busquen mejorar tanto la producción agrícola como la salud planetaria.

En conclusión, la planta productora de biofertilizantes en la comuna Fabricio Ojeda es un claro ejemplo del compromiso del gobierno venezolano por una economía más ecológica y sostenible. A medida que avancen estos proyectos, se espera que marquen un antes y un después en la agricultura venezolana, favoreciendo tanto a los productores como al medio ambiente y a la salud de la población. De esta manera, Venezuela da pasos firme hacia un futuro más sostenible y equilibrado.

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