No Voltees: El Nuevo Thriller Sobrenatural de Alejandro Hidalgo
La reciente obra de Alejandro Hidalgo, No Voltees, es una película que ha capturado la atención del público, tanto por su enfoque temático como por su dirección innovadora. Este cineasta venezolano, conocido por su habilidad para combinar elementos de terror con dilemas morales, se involucra en un nuevo proyecto en el que, aunque no es el creador de la historia, logra dejar su marca inconfundible. Estrenada en salas nacionales el 19 de junio, está disponible en la plataforma Tubi, expandiendo su alcance internacional.
Temáticas Controversiales y Terror Sobrenatural
No Voltees se adentra en el ámbito del terror sobrenatural, trayendo a la pantalla una historia que aborda problemas contemporáneos como el maltrato infantil, el machismo y la homofobia. A través de sus personajes principales, Aurora y Martín, interpretados por Paulette Hernández y Alan Alarcón, la película explora el dolor emocional que surge de las relaciones familiares disfuncionales. La trama se centra en el regreso de Aurora a la casa de su infancia, un lugar donde se manifiestan fuerzas oscuras que la obligan a encarar su pasado, lo que resuena con el miedo a confrontar heridas profundas.
La Colaboración Creativa y el Proceso de Dirección
A diferencia de sus proyectos anteriores, donde él era el creador original de la historia, el director trabajó de cerca con el guionista Ricardo Avilés para transformar “El inquilino” en No Voltees. Esta colaboración se tradujo en una película que no solo ofrece sobresaltos, sino que también permite una reflexión más profunda sobre temas oscuros. Hidalgo ha expresado su entusiasmo al haber podido ampliar la trama con elementos que son característicos de su estilo, logrando un equilibrio entre el terror y la emoción auténtica que caracteriza su carrera.
La Producción Internacional
No Voltees fue filmada en Uruguay, pero su ambientación se sitúa en México, lo que habla de la riqueza cultural y colaboraciones en la industria cinematográfica latina. El equipo, que incluye a profesionales de Venezuela y otros países, trabaja en conjunto para ofrecer una historia que, aunque puede no cumplir con los parámetros de una película venezolana en términos legales, lleva un mensaje auténticamente latino. Esta producción refleja la realidad del cine actual, donde los cineastas venezolanos están colaborando en diversas geografías, enriqueciendo la narrativa.
Retratos de Realidad y Mensajes Sociales
Hidalgo ha resaltado la importancia de usar el cine como un vehículo para abordar problemas significativos. No Voltees pretende ser más que una simple película de terror; busca provocar una reflexión en la audiencia sobre la violencia familiar y el abuso. En una industria donde el horror puede ser sinónimo de entretenimiento, Hidalgo se esfuerza por fusionar esos momentos de tensión con una profundización en las entrañas del ser humano. Esto se manifiesta en su enfoque por presentar una historia que provoque miedo, pero también empatía y compasión.
Desafíos de la Industria Cinematográfica
El director también ha comentado sobre los desafíos que enfrenta el cine en Venezuela y cómo la situación actual ha hecho que hacer cine sea un proceso aún más complicado. A pesar de estas limitaciones, la comunidad de cineastas continúa buscando formas creativas para contar sus historias, incluso en circunstancias difíciles. Su enfoque en No Voltees refleja esta necesidad de adaptarse y aprovechar las oportunidades que se presentan, aunque esto signifique realizar producciones en distintas locaciones.
Futuro en el Cine
Mirando hacia el futuro, Alejandro Hidalgo tiene nuevos proyectos en el horizonte, incluyendo la secuela de El exorcismo de Dios y un remake de La casa del fin de los tiempos. Con cada nuevo largo, busca llevar el cine venezolano a nuevas alturas y abrir puertas a historias que resuenen con audiencias globales. Su compromiso de regresar a las raíces y compartir su obra en las salas de su país es un testimonio de su amor y dedicación al cine y su gente.
En conclusión, No Voltees no solo es una adición emocionante al cine de terror, sino también un llamado a la reflexión sobre cuestiones sociales urgentes. Con su dirección creativa y enfoque innovador, Alejandro Hidalgo continúa logrando un espacio importante en la industria cinematográfica, señalando que el cine latinoamericando tiene mucho que ofrecer en la narrativa global.