La artista Miranda Fengyuan Zhang, originaria de Shanghái, adquirió una propiedad de 20 acres en Germantown, Nueva York, durante la pandemia de COVID-19. Junto a su padre, Weijun Sun, buscaban un refugio en la naturaleza que también incorporara principios de feng shui chino. La propiedad, con una pendiente natural y un estanque, ofrecía un entorno ideal para su visión. (architecturaldigest.com)

Zhang deseaba una casa que albergara un estudio luminoso para retomar su práctica de cerámica y explorar esculturas de mayor escala. Además, necesitaba una segunda habitación para recibir a sus padres durante sus frecuentes visitas desde China. Para materializar su visión, colaboró con el arquitecto Koray Duman, de la firma Büro Koray Duman, quien diseñó una residencia de 2,500 pies cuadrados con dos dormitorios, capturando vistas tanto del bosque como de los campos agrícolas circundantes. (architecturaldigest.com)

La arquitectura de la casa se inspira en la forma de un granero tradicional, adaptada para maximizar la entrada de luz natural al estudio. Los materiales utilizados, como el concreto pintado de blanco y las tejas de cedro teñidas de negro, hacen referencia a la arquitectura tradicional de la provincia china de Huizhou, que Zhang había visitado previamente. (architecturaldigest.com)

El diseño enfatiza la conexión intuitiva entre el interior y el exterior. Se incorporó una terraza orientada hacia la granja, compartida entre la sala de estar y el estudio, y un dormitorio principal que parece flotar entre el dosel de los árboles, con su propia terraza privada. Debajo, el garaje y los espacios de almacenamiento están integrados en la colina, aprovechando el calentamiento y enfriamiento natural de la tierra. Se implementaron estrategias de diseño pasivo en toda la casa para garantizar su eficiencia energética, incluyendo un sistema de energía geotérmica renovable y ventilación cruzada mediante ventanas superiores e inferiores. (architecturaldigest.com)

En cuanto a la decoración, Zhang lideró la curaduría de su hogar, combinando diseños funcionalistas con piezas artesanales. En la sala de estar, se destaca un sofá de Le Corbusier, Pierre Jeanneret y Charlotte Perriand, acompañado de una manta tejida por la propia Zhang, una mesa de café de Four Hands y una alfombra de Maharam. La cocina, anodizada en aluminio, y el juego de comedor Giotto Stoppino de la década de 1970 continúan la estética industrial. Cada objeto fue seleccionado cuidadosamente para apoyar la creación artística de Zhang y la recepción de sus visitantes. (architecturaldigest.com)

Para Zhang, esta residencia es un proyecto familiar que permite a sus padres cumplir un sueño y le brinda un espacio para proyectar su propia visión artística. La propiedad sirve como un lienzo en blanco para que Zhang trabaje en su vida, cultivando el jardín y potencialmente construyendo más arquitectura y esculturas al aire libre. (architecturaldigest.com)

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