La práctica de "manifestar" la realidad, es decir, visualizar y afirmar deseos con la esperanza de que se materialicen, ha ganado popularidad en los últimos años. Este fenómeno se basa en la idea de que nuestros pensamientos y emociones pueden influir directamente en nuestra realidad.

La popularidad de esta práctica se ha visto impulsada por figuras como Rhonda Byrne, autora de "El Secreto", quien en 2006 popularizó la idea de que la ley de la atracción permite que los pensamientos positivos atraigan resultados positivos. Esta noción sostiene que al enfocarnos en lo que deseamos, podemos atraer esas experiencias a nuestras vidas.

Sin embargo, la ciencia ofrece una perspectiva más matizada. Investigaciones en neurociencia han demostrado que prácticas como la meditación y la oración pueden alterar la estructura y función cerebral. Por ejemplo, estudios han encontrado que la meditación puede reducir la actividad en el lóbulo parietal, una región asociada con la percepción del yo y el espacio, lo que podría explicar experiencias de trascendencia o conexión espiritual. (kunc.org)

Además, la psicología cognitiva sugiere que la visualización y el pensamiento positivo pueden mejorar la motivación y la resiliencia, pero no garantizan que los deseos se materialicen sin acción concreta. La clave radica en equilibrar la visualización con la planificación y el esfuerzo real para alcanzar metas.

En resumen, aunque la práctica de manifestar puede ofrecer beneficios psicológicos al fomentar una mentalidad positiva y proactiva, es esencial complementarla con acciones tangibles y realistas para lograr cambios significativos en la vida.

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