El Tabú de Tiananmen en China y su Impacto en la Era Digital

La matanza de Tiananmen, ocurrida el 4 de junio de 1989, continúa siendo un tema tabú en China 36 años después. Este evento, que marcó un hito en la lucha por la democracia y la transparencia, ha sido objeto de un estricto control y censura por parte del gobierno chino, no solo en medios convencionales, sino también en el ámbito digital. La inteligencia artificial, como la de DeepSeek, ha sido programada para evitar cualquier mención de este trágico suceso, reflejando así el alcance de la censura estatal en el gigantesco país asiático.

Desde los años posteriores a las protestas, el Partido Comunista Chino ha hecho frente a cualquier intento de revisión oficial o discusión pública de la represión que tuvo lugar aquel día. Las autoridades recalcan que la "vía del socialismo con características chinas" es la única opción válida para el país, cerrando la puerta a la crítica y a la reflexión sobre el pasado. Este enfoque no solo es político, sino que también se manifiesta en el ámbito digital, donde plataformas como Weibo y Douyin han sido altamente censuradas, eliminando cualquier rastro de la historia.

Cada año, en torno al aniversario del 4 de junio, la censura se intensifica. El caso del popular vendedor en vivo Li Jiaqi es emblemático: su transmisión fue cortada abruptamente cuando hizo una mención que se interpretó como un guiño a la tragedia de Tiananmen. Este tipo de incidentes demuestra el temor del gobierno a cualquier forma de recordatorio o conmemoración de las protestas. De hecho, en las redes sociales no se encuentran menciones sobre el incidente, manteniendo así una narrativa oficial que ignora la realidad.

La inteligencia artificial, que se está desarrollando rápidamente en China, no escapa a esta censura. Modelos como el ‘chatbot’ Qwen3, desarrollado por Alibaba, han sido programados para responder con mensajes que evitan mencionar cualquier aspecto relacionado con Tiananmen. Por otra parte, servicios como DeepSeek simplemente declaran que "eso no entra dentro de sus competencias", dejando a los usuarios sin una forma digna de obtener información sobre el tema.

A pesar de la creciente demanda de tecnologías de IA en el país, existe escepticismo entre los expertos sobre el verdadero impacto y la posible expansión de estos servicios a nivel global. La regulación del sector por parte del gobierno ha establecido parámetros estrictos que limitan la producción de contenido que pueda contradecir los "valores socialistas fundamentales", lo que plantea importantes preguntas sobre la libertad de información en el ámbito digital chino.

En conclusión, el tabú que rodea la matanza de Tiananmen ejemplifica cómo la censura se extiende a distintos ámbitos, desde las discusiones públicas hasta las nuevas tecnologías. Mientras China intenta avanzar en el desarrollo de inteligencia artificial, el omnipresente control estatal plantea serias dudas sobre la capacidad del país para abrazar un futuro más abierto y transparente. La lucha por recordar y discutir eventos trágicos como Tiananmen sigue siendo un desafío significativo en el contexto de un régimen que busca controlar la narrativa histórica.

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