La Lucha por los Derechos Humanos: La Exigencia de Andreína Baduel

La activista de derechos humanos, Andreína Baduel, ha hecho un llamado urgente al Estado venezolano demandando una fe de vida para su hermano, Josnars Adolfo Baduel, quien se encuentra detenido desde 2020. El reclamo surge en un contexto crítico, donde hace más de tres meses que Andreína no ha tenido noticias de él y ha surgido en redes sociales el rumor sobre su posible fallecimiento. Estas preocupaciones han estado acompañadas de una creciente indignación, ya que el silencio del Estado se percibe como una forma de tortura tanto para Josnars como para toda su familia.

Andreína, miembro del Comité por la Libertad de los Presos Políticos (Clipp), intentó comunicarse con su hermano en el centro penitenciario El Rodeo I, ubicado en el estado Miranda. Sin embargo, los funcionarios encargados del lugar se negaron a ofrecerle información sobre su estado de salud y no le permitieron visitarlo. Su incapacidad para obtener respuestas concretas ha intensificado su angustia y preocupación, lo que la llevó a expresar su descontento a través de la plataforma social X. “¡Fe de vida ya! ¡Libertad para Josnars y para todos los presos políticos!” declaró en un emotivo mensaje.

La situación de Josnars Baduel es emblemática de un problema más amplio dentro del sistema penitenciario venezolano. La activista ha resaltado que la falta de comunicación oficial y la negativa a proporcionar información sobre la salud de su hermano son síntomas de un sistema que ignora las necesidades básicas de las personas detenidas. Sin embargo, la solicitud de un “inmovilizador de hombro” sin una explicación adecuada ha dejado a la familia en un estado de incertidumbre sobre su bienestar físico.

A lo largo de su detención, se han reportado problemas de salud que han ido en aumento, como dolores crónicos en los hombros y rodillas, como resultado de abusos físicos durante su encarcelamiento. En reiteradas ocasiones, Andreína ha denunciado que se le han negado operaciones urgentes que podrían haber mejorado su condición. La activista teme que el sufrimiento de su hermano se esté agravando y, en medio de todo esto, recuerda la tragedia vivida con la muerte de su padre, el general Raúl Isaías Baduel, ocurrida en similar circunstancia.

Además de su demanda por la vida de Josnars, Andreína ha estado activa en la organización de la ‘Ruta Global por la Justicia y la Libertad’, un movimiento que busca visibilizar las violaciones sistemáticas de los derechos humanos en Venezuela. Este esfuerzo incluyó visitas a embajadas de países como Colombia, México, Brasil y Japón, así como la Delegación de la Unión Europea en Caracas. Su objetivo es crear conciencia sobre las injusticias y fomentar el apoyo internacional para los presos políticos en Venezuela.

Por su parte, la Administración del presidente Nicolás Maduro sostiene que el país está libre de presos políticos, argumentando que aquellos encarcelados han cometido graves delitos. Esta narrativa es rechazada categóricamente por activistas, organizaciones no gubernamentales y partidos de oposición, quienes argumentan que el sistema penal se ha convertido en un instrumento de represión política. La lucha de Andreína Baduel, al igual que la de muchos otros, es un recordatorio de la constante batalla por la justicia y los derechos humanos en Venezuela, marcada por la incertidumbre y la adversidad.

La exigencia de Andreína Baduel sirve como un llamado a la conciencia y la acción tanto a nivel nacional como internacional. La necesidad de respuestas y la protección de los derechos humanos son cuestiones que no pueden esperar. Alzar la voz por aquellos que están tras las rejas, como Josnars, es vital en la búsqueda de un futuro donde la justicia prevalezca y los derechos humanos sean respetados. En este sentido, cada acción cuenta, y el apoyo de la comunidad internacional es esencial para generar un cambio significativo en Venezuela.

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