La Lucha de Andreína Baduel en Defensa de los Derechos Humanos en Venezuela
La situación de los derechos humanos en Venezuela ha suscitado preocupación internacional, especialmente el caso de Andreína Baduel, activista y defensora de derechos humanos. Recientemente, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) le otorgó medidas cautelares debido a la grave situación de riesgo que enfrenta. Esta decisión, tomada el 12 de junio de 2025, destaca la urgencia de proteger a quienes son agredidos por su labor en la defensa de los derechos humanos en un contexto de constante represión.
Andreína es hija del general Raúl Isaías Baduel, quien falleció en custodia estatal en 2021. Desde el inicio de su activismo, ha sido objeto de un hostigamiento sistemático por parte de las autoridades venezolanas. Dirige el Comité de Familiares y Amigos por la Libertad de los Presos Políticos y ha documentado múltiples violaciones a sus derechos, revelando cómo el entorno de intimidación ha aumentado en su contra y de su familia en los últimos años. La CIDH también ha señalado que tres de sus hermanos y su esposo han estado o están encarcelados, lo que amplifica la persecución hacia su núcleo familiar.
La violencia institucional ha llegado a extremos alarmantes, como el incidente del 13 de abril, cuando Andreína fue perseguida por vehículos no identificados tras participar en una vigilia frente al centro penitenciario donde está su hermano, Josnars Adolfo Baduel. Este tipo de acoso no solo afecta su movilidad, sino que también crea un estado constante de peligro que limita su capacidad para trabajar en defensa de los derechos humanos y denunciar injusticias.
A pesar de los múltiples pedidos realizados, el Estado venezolano no ha respondido a las solicitudes de información de la CIDH dentro del plazo estipulado. Esta falta de respuesta evidencia la ausencia de garantías y acciones efectivas para proteger a Andreína Baduel y otros defensores de derechos humanos. La CIDH ha instado a Venezuela a adoptar medidas inmediatas que aseguren la integridad personal de Andreína y permitan que realice su labor sin temor a represalias.
La problemática de Andreína Baduel se refleja en un contexto más amplio de criminalización y represión hacia quienes abogan por los derechos humanos en el país. La CIDH ha identificado un patrón preocupante que se ha intensificado luego de ciclos electorales, con efectos devastadores sobre aquellos que se atreven a denunciar violaciones de derechos humanitarios. La situación se agrava con la estigmatización y el hostigamiento sistemático que enfrentan los familiares de presos políticos, quienes son blanco de ataques por parte del Estado.
En conclusión, la historia de Andreína Baduel simboliza la lucha constante por los derechos humanos en Venezuela, un país donde la represión se manifiesta de diversas maneras. La comunidad internacional debe prestar atención a estos casos y exigir medidas que garanticen la protección de quienes defienden la justicia y la libertad. La CIDH y otros organismos deben continuar presionando al Estado venezolano para que se respeten los derechos humanos y se aseguren condiciones dignas para todos los ciudadanos en su búsqueda de justicia.