Perspectivas económicas de América Latina y el Caribe en 2025
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) ha actualizado sus proyecciones de crecimiento para la región, ajustando su estimación para 2025 a un 2,2%. Este aumento de dos décimas refleja la compleja situación económica que enfrenta la región, marcada por la continua guerra comercial iniciada durante la administración de Donald Trump. A pesar de estos desafíos, se observa una ligera recuperación que podría indicar resiliencia en medio de la adversidad económica.
Desaceleración económica y su contexto histórico
El informe “Estudio Económico de América Latina y el Caribe 2025” señala que América Latina y el Caribe experimenta una fase de desaceleración económica tras un crecimiento moderado del PIB del 2,3% en 2024. Este panorama es el resultado de una década con un crecimiento promedio de solo 1,2% entre 2016 y 2025, cifras que son significativamente más bajas que las alcanzadas en los años 80. Esta trayectoria plantea preocupaciones sobre la sostenibilidad del crecimiento económico en el largo plazo.
Principales economías en crecimiento
A pesar de los retos, algunos países están logrando destacarse en términos de crecimiento. Argentina y Panamá lideran con proyecciones de 5% y 4,2% respectivamente. Otros países que también muestran un crecimiento notable incluyen Paraguay (4%), República Dominicana (3,7%) y Guatemala (3,6%). Estos resultados positivos indican que, aunque la región en su conjunto presenta dificultades, hay focos de optimismo en ciertas economías.
Desafíos estructurales y condiciones económicas
La Cepal advierte que la causa principal de la pérdida de dinamismo económico es la debilidad de la demanda externa, combinada con condiciones financieras restrictivas. Factores internos como la baja inversión, el bajo dinamismo del consumo, la elevada informalidad laboral y las persistentes desigualdades estructurales gravitan sobre el desempeño económico. Estos aspectos son determinantes para entender las proyecciones a futuro y requieren de atención urgente por parte de los gobiernos de la región.
Incertidumbre en el horizonte económico
El organismo también destaca que el panorama para 2025 y 2026 está caracterizado por una elevada incertidumbre. Las economías de la región podrían enfrentar un deterioro en su dinámica de crecimiento debido a un incremento en los riesgos globales. Este escenario podría afectar no solo las proyecciones de crecimiento, sino también la estabilidad económica de países vulnerables dentro de la región.
Cierre de un ciclo y resiliencia
A pesar de las dificultades y la incertidumbre, Latinoamérica ha fechado tanto 2023 como 2024 con un crecimiento de 2,3%. Esta tendencia muestra una resiliencia notable ante los desafíos internacionales y la capacidad del continente para adaptarse a las nuevas condiciones económicas. Sin embargo, se necesitará un enfoque más proactivo y estratégicamente coordinado para capitalizar estos momentos de crecimiento y abordar las cuestiones subyacentes que limitan el potencial económico de la región.
En resumen, aunque las proyecciones de crecimiento para 2025 son moderadas, la dinámica económica de América Latina y el Caribe revela un contexto mixto de desafíos y oportunidades que requerirán atención y acción coordinada por parte de líderes y tomadores de decisiones en la región.