Suspensión de Visitas en El Rodeo I: Un Atentado a la Libertad y Derechos Humanos

El reciente anuncio de la suspensión de las visitas a los presos políticos en el centro penitenciario El Rodeo I de Miranda ha desencadenado una ola de condenas por parte de diversas organizaciones de derechos humanos. Esta medida, implementada el 19 de abril por el director del penal, el coronel Carlos Enrique Rincones Serven, ha sido justificada bajo el argumento de que los familiares de los detenidos estaban incitando al odio. Esta decisión no solo afecta a los detenidos y sus seres queridos, sino que también pone en tela de juicio las garantías fundamentales que deberían resguardarse en un estado de derecho.

La suspensión de las visitas fue comunicada en un contexto tenso, donde los familiares de los presos políticos habían llevado a cabo una manifestación pacífica exigiendo la liberación de sus seres queridos. En este sentido, el Comité por la Libertad de los Presos Políticos (Clippve) ha denunciado que esta acción gubernamental refleja un patrón de hostigamiento y represión hacia aquellos que se atreven a reclamar sus derechos. Las voces de estas familias merecen ser escuchadas y respetadas, y su lucha por la libertad es un reflejo de una sociedad que anhela un cambio.

El Clippve ha hecho un llamado urgente a las Iglesias católica y cristiana para que se pronuncien ante esta situación, argumentando que criminalizar la oración y el derecho a la manifestación es un atentado directo contra la dignidad humana y los valores cristianos. En particular, han resaltado el caso de Henryberth Rivas, quien es preso político y hermano de Hiowanka Ávila, mostrando que detrás de cada número hay historias personales que merecen ser atendidas y respetadas.

La vigilia organizada cerca del penal, el 13 de abril, había sido un acto de fe y solidaridad, donde los familiares y amigos de los detenidos se unieron en oración. Sin embargo, la reacción del director del penal y las autoridades demuestra una clara intención de silenciar las demandas de justicia. Las restricciones y la vigilancia ilegal sobre los familiares evidencian el clima de intimidación que se vive en torno a los derechos de reunión y expresión en el país.

Desde el Clippve han exigido que se detenga esta persecución contra los familiares de los presos políticos y que se restablezcan inmediatamente las visitas. Asimismo, han reiterado su demanda de libertad para todos los detenidos injustamente, abogando por una solución pacífica y basada en el respeto a los derechos humanos. El llamado a la Iglesia a involucrarse es especialmente relevante, ya que el apoyo moral y espiritual puede ser un factor crucial en la lucha por la justicia.

En conclusión, la suspensión de visitas en el centro penitenciario El Rodeo I es un acontecimiento alarmante que resalta la urgencia de defender los derechos humanos en Venezuela. Las autoridades deben escuchar las voces de las familias, comprender el peso de la justicia y la verdad, y actuar en consecuencia para restablecer el respeto por los derechos fundamentales que rigen en una sociedad democrática. Es fundamental que tanto organismos nacionales como internacionales presten atención a este tipo de abusos y trabajen en pro de un cambio real en el país. La lucha por la libertad de los presos políticos debe continuar, y cada voz cuenta en esta batalla por la justicia y la dignidad humana.

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