La Crisis del Sector Agrícola en Venezuela: Desafíos y Propuestas
La situación agrícola en Venezuela se ha convertido en un tema preocupante, especialmente para los productores de hortalizas. Según Celso Fantinel, presidente de Fedeagro, muchos de estos productores enfrentan dificultades para cubrir sus costos de producción. Durante su participación en el programa A Tiempo de Unión Radio, expresó que la crisis actual del país ha generado un panorama desolador para agricultores que, a pesar de su esfuerzo, ven peligrar su sustento. Este artículo explora los principales problemas que enfrenta el sector, así como propuestas para mejorar la situación.
El principal desafío que citó Fantinel es la falta de financiamiento. Los agricultores necesitan acceso a créditos y fondos para poder operar y optimizar sus procesos de producción. Sin este respaldo financiero, es casi imposible para ellos mantener sus actividades y, en muchos casos, se ven obligados a reducir sus cultivos o incluso a abandonar la agricultura. La intervención del gobierno y la creación de políticas favorables son urgentes para aliviar la presión económica sobre los productores.
Además de la falta de financiamiento, el mercado de hortalizas en Venezuela se rige por un complejo sistema de oferta y demanda. Fantinel explicó que los productos agrícolas suelen pasar por varios intermediarios antes de llegar al consumidor final, lo que encarece el precio. Este fenómeno es agravado por la falta de una cadena de frío adecuada, lo que reduce la calidad y la frescura de los productos ofrecidos en los estantes de supermercados, llegando a costar hasta cinco veces más de lo que reciben los agricultores.
La situación fiscal también complica el panorama para los productores. Fantinel advierte sobre las cargas fiscales que deben afrontar los supermercados, lo que a su vez repercute en los precios que se trasladan a los consumidores. Además, los servicios públicos han incrementado sus tarifas, afectando aún más la rentabilidad de los agricultores. La demora en los pagos por parte de los intermediarios ha llevado a muchos productores a optar por la venta directa, aunque esto conlleva sus propios riesgos y retrasos en la recepción de ingresos.
Una de las respuestas que propone Fedeagro es la implementación de precios mínimos de sustentación. Fantinel plantea la necesidad urgente de establecer acuerdos que permitan a los productores fijar precios que cubran al menos sus costos de producción. Aunque esta medida podría ser un primer paso para proteger a los agricultores, su éxito dependerá de la colaboración entre diferentes actores del sector.
Fantinel también destacó la importancia de que los productores apliquen inteligencia de mercado. Este enfoque implica saber qué y cuándo sembrar, especialmente en el caso de los cultivos hortícolas. Muchos agricultores han comenzado a hacer ajustes en sus prácticas con el fin de adaptarse a las condiciones cambiantes del mercado. Sin embargo, la inflación y la depreciación del bolívar siguen afectando sus ventas, tanto en mercados a cielo abierto como en supermercados.
Frente a esta complicada realidad, es fundamental que tanto el sector privado como el gobierno trabajen juntos para construir un futuro más sostenible para la agricultura venezolana. La colaboración en la promoción de políticas públicas, la modernización de la infraestructura y el acceso a financiamiento son pasos necesarios para revitalizar este vital sector económico. Sin un esfuerzo coordinado, la situación del agro en Venezuela seguirá siendo crítica.