Llamado a la Justicia: El Caso de Darío Estrada y la Represión en Venezuela
En Venezuela, la situación de los derechos humanos se ha vuelto cada vez más alarmante. Este contexto se ve reflejado en el caso de Darío Estrada, un trabajador petrolero que ha sido considerado por el partido Vente Venezuela como un preso político desde su detención en diciembre de 2020. Orlando Moreno, coordinador nacional del Comité de Derechos Humanos de este partido, ha hecho un llamado a la justicia venezolana para que actúe a favor de Estrada, quien ha estado encarcelado injustamente por más de tres años, destacando la gravedad de su situación en medio de una creciente represión.
El caso de Darío Estrada es emblemático de una estrategia más amplia de persecución política implementada por el régimen de Nicolás Maduro. Según la denuncia hecha por Moreno, Estrada fue "secuestrado" por las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES) en Barquisimeto. Luego de un mes de desaparición forzada, fue trasladado a varias cárceles, donde permanece bajo condiciones deplorables. Estrada fue acusado de terrorismo sin pruebas concretas y condenado a 30 años de prisión, a pesar de que su único "delito" ha sido manifestar su opinión en redes sociales, lo que resalta un patrón de criminalización de la disidencia.
La persecución a Estrada ha sido respaldada por organizaciones internacionales como Amnistía Internacional, que han señalado su caso como emblemático entre las detenciones arbitrarias en Venezuela. En un esfuerzo por sensibilizar a la comunidad internacional, AI ha recogido miles de firmas a favor de la liberación de todos los detenidos injustamente en el país, incluyendo a Estrada. Esto demuestra que la lucha por los derechos humanos y la justicia va más allá de las fronteras venezolanas, involucrando a activistas de todo el mundo que demandan un cese a la represión.
Moreno también destacó que actualmente hay un total de 932 presos políticos en Venezuela, según la ONG Foro Penal. De estos, 837 son hombres y 95 son mujeres, lo cual evidencia la magnitud de la represión que vive el país. A pesar de estas cifras alarmantes, tanto Nicolás Maduro como su fiscal general, Tarek William Saab, han negado categóricamente la existencia de presos políticos, argumentando que los detenidos han cometido delitos.
La respuesta del régimen ante las demandas de justicia ha sido el silencio y la descalificación. La falta de un sistema judicial imparcial hace que sea casi imposible para los opositores al régimen obtener justicia. A pesar de ello, la presión internacional y el apoyo de organismos de derechos humanos continúan creciendo, lo que podría eventualmente llevar a un cambio en la situación de los presos políticos en el país.
El caso de Darío Estrada no solo es un llamado a la atención nacional e internacional, sino que también sirve como un recordatorio de la lucha continua por la democracia y los derechos humanos en Venezuela. La represión del régimen de Maduro abarca a ciudadanos comunes que simplemente alzan la voz en defensa de sus derechos y libertades. Sin duda, la comunidad internacional debe mantenerse atenta a estos casos y actuar en defensa de quienes están siendo injustamente perseguidos.