Gustavo Azócar: El Periodista Venezolano en el Exilio por Denuncias de Narcotráfico

Gustavo Azócar, un periodista venezolano conocido por su trabajo investigativo, ha tomado la drástica decisión de exiliarse tras una orden de aprehensión en su contra. Esta medida, que él atribuye a represalias políticas, surge a raíz de su investigación sobre presuntos vínculos entre ciertas figuras de la farándula y el narcotráfico en Venezuela. En un comunicado en su cuenta de X, Azócar expresó: “He decidido salir del país hasta nuevo aviso”, enfatizando que esta orden tiene como objetivo silenciarlo y no refleja delitos que realmente haya cometido.

Desde el año 2000, Azócar ha enfrentado diversas persecuciones judiciales, las cuales sostiene que son parte de una “patraña” del gobierno. Asegura que la reciente denuncia que da origen a su situación proviene de un ganadero venezolano, a quien él vincula con el narcotraficante colombiano llamado Ñeñe Hernández. Este tipo de denuncias, que según Azócar no son investigadas adecuadamente, revelan un sistema judicial que, según él, está más dispuesto a proteger a los poderosos que a perseguir la verdad.

El periodista ha cuestionado la falta de investigaciones sobre los vínculos entre su denunciante y el narcotráfico, mientras que otros países, como Colombia, sí realizan indagaciones sobre tales relaciones. Azócar sostiene que es un hecho alarmante que alguien pueda relacionarse con un narcotraficante y no haya repercusiones en su país. Su oposición a estos grupos criminales parece haber sido el catalizador de su situación actual, donde su vida y su carrera están en peligro.

Uno de los puntos más destacados en su defensa es su insistencia en no conocer personalmente al ganadero que lo denunció. Azócar afirma que nunca ha tenido contacto directo con él y que, aunque un familiar del denunciante intentó comunicarse a través de Instagram, no se dio un espacio para el diálogo. Las circunstancias que rodean la denuncia parecen orquestadas y rápidas, con la orden de aprehensión surgiendo justo después del contacto inicial.

Este exilio no solo representa un desafío personal para Azócar, sino también una amenaza para la libertad de expresión en Venezuela. Su denuncia en redes sociales ha encontrado apoyo entre sus colegas del Colegio Nacional de Periodistas, quienes han expresado su solidaridad ante las amenazas que enfrenta. Azócar destaca que esta situación es un ataque al periodismo independiente y a la verdad, un aspecto crucial para cualquier democracia.

Con más de 40 años de carrera, Azócar ha construido una reputación sólida en el mundo del periodismo. Reitera que su trabajo no será empañado por acusaciones infundadas. La comunidad periodista y la sociedad civil, al ver su caso, son alentadas a reflexionar sobre la creciente polarización y los riesgos que enfrentan aquellos que se atreven a emprender investigaciones incómodas. Mientras permanece en el exilio, su compromiso con el periodismo y la búsqueda de la verdad sigue vigente.

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