Corte Interamericana de Derechos Humanos Aborda el Caso de los Expolicías Guevara

Este martes, representantes legales de los expolicías Rolando, Juan y Otoniel Guevara presentaron un difícil caso ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte-IDH). La solicitud principal es la liberación inmediata e incondicional de los tres hombres, quienes han estado encarcelados desde 2005 tras ser condenados por el asesinato del fiscal Danilo Anderson. Durante la audiencia, Jackeline Sandoval, portavoz de la Fundación para el Debido Proceso y esposa de Rolando Guevara, solicitó a la Corte que condenara al Estado venezolano por violaciones a los derechos humanos, exigiendo también una reparación integral para los Guevara.

Los hermanos Guevara fueron duramente condenados a 27 años de prisión por homicidio calificado, mientras que su hermano Juan recibió una pena de 30 años por el mismo delito. La representación legal alega que este proceso ha estado plagado de irregularidades, incluyendo torturas, detenciones arbitrarias y una falta total de garantías legales. Sandoval subrayó que el juicio estuvo dominado por declaraciones estigmatizantes de funcionarios públicos que afectaron decisivamente el resultado, pese a que los Guevara estaban fuera de la fuerza policial en el momento de su arresto y no tenían vínculos con el entonces presidente Hugo Chávez.

La coordinadora de casos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, María del Pilar Gutiérrez, destacó que la detención de los Guevara en noviembre de 2004 fue realizada sin orden judicial. Además, se les sometió a torturas durante los interrogatorios. La denuncia sostiene que el sistema judicial ignoró sus derechos a una defensa adecuada y a la presunción de inocencia, basando las condenas en únicamente testimonios poco confiables.

Uno de los testimonios más impactantes provino de María Angélica Correa, quien investigó el caso y expuso una red de corrupción entre la Fiscalía, jueces y agentes de inteligencia militar. De acuerdo a Correa, se utilizó un "guion" para contratar testigos falsos, ocultando así la identidad de los verdaderos autores intelectuales del crimen. Esta trama pone de manifiesto la complicidad de ciertos sectores del Estado, donde los Guevara, actúan como chivos expiatorios en una manipulación del sistema judicial.

Una de las pruebas que Marìa Correa presentó incluye una confesión de un testigo clave, Giovanni Vázquez, quien admitió haber recibido dinero para declarar contra los Guevara. Además, Hernando Contreras, fiscal entre 2000 y 2008, denunció graves irregularidades en el proceso judicial. Objeto de represalias al haber hablado, Contreras actualmente vive en el exilio y enfatizó sobre el concepto de "sistema de terror" que opera en Venezuela, el cual ha permitido el afianzamiento del régimen en el poder.

Es importante mencionar que durante la audiencia en la Corte-IDH, el Estado venezolano no designó a un representante para defender su postura. Ahora, todos los ojos están puestos en la Corte, que se espera emita un fallo en los próximos meses. Con este caso, se reitera la necesidad de un escrutinio internacional sobre la situación de derechos humanos en el país, así como la importancia de garantizar la justicia para quienes han sido víctimas de abusos sistemáticos dentro del sistema judicial venezolano.

El caso de los expolicías Guevara representa una lucha por la verdad y la justicia en medio de un entorno de opresión. Es fundamental que la comunidad internacional continúe monitoreando este y otros casos similares, asegurando que no queden impunes las violaciones a los derechos humanos. Con la esperanza de que la Corte-IDH actúe de manera justa, muchos en Venezuela y en el extranjero esperan un futuro donde la justicia prevalezca para todos y cada uno de los ciudadanos.

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