El empresario Elvis Enrique Pirela Durán y el presunto hurto de repuestos

El empresario venezolano Elvis Enrique Pirela Durán ha solicitado al Ministerio Público la aceleración de las investigaciones por el presunto hurto de un lote de repuestos vitales para su empresa, los cuales fueron indebidamente vendidos a Petróleos de Venezuela (Pdvsa). La situación se remonta a febrero de 2024, cuando Pirela Durán adquirió ocho kits de “sellos mecánicos” de Jhon Crane de Venezuela, fundamentales para el funcionamiento de las bombas petroleras. Sin embargo, el día de la entrega, se descubrió que los kits fueron entregados a un tercero, alegadamente un representante de su exsocio Jorge Antonio Muzzati Banna, quien habría alterado documentos para hacerse con ellos.

Ante esta situación, Pirela Durán procedió a formalizar una denuncia ante el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) en Barcelona, estado Anzoátegui. Las investigaciones iniciales llevaron a la obtención de un video en el que se identificaba al responsable de recibir los kits, quien confirmaría haber actuado bajo órdenes de Muzzati. Empleados de Jhon Crane también confirmaron la implicación de este exsocio en el incidente. La Fiscalía Primera de Anzoátegui comenzó a dirigir la investigación, que eventualmente fue trasladada a la Fiscalía Quinta, donde se le asignó el número MP-67705-2025.

Uno de los momentos críticos de esta investigación ocurrió cuando la Fiscalía Quinta solicitó a Pdvsa el expediente completo sobre la compra de los sellos mecánicos. Al examinar la documentación proporcionada por Pdvsa, se descubrió que la factura de compra había sido falsificada. En lugar de ser emitida a nombre de Supply Stars Anaco C.A., la factura presentaba el nombre de Muzzati, sugiriendo un sobreprecio cercano al 1000% en la venta a Pdvsa. Este descubrimiento ha llevado a Pirela Durán a expresar su frustración ante la falta de avances concretos en la investigación, a pesar de que las pruebas son claras y están bien sustentadas.

En medio de esta situación, Pirela Durán ha enfrentado lo que él describe como “terrorismo judicial”. Según sus declaraciones, ha tenido conocimiento no oficial de que se está tramitando una orden de aprehensión en su contra por el supuesto tráfico de material estratégico, a través de la Fiscalía 54 Nacional, que ha abierto el expediente MP-58652. A pesar de haber colaborado activamente con las autoridades durante los dos años transcurridos, Pirela siente que se le está presentando como un delincuente, mientras que Muzzati, quien ha sido objeto de múltiples acusaciones, se mantiene impune.

Por otro lado, Pirela ha denunciado la sustracción de tres vehículos de su empresa, que Muzzati habría comercializado tras una supuesta incautación. Aunque en paralelo existe un expediente de desvalijamiento de vehículos, la respuesta judicial ha sido insuficiente, con órdenes de aprehensión contra Muzzati que no han prosperado. Según Pirela, la inacción de la Fiscalía Tercera de Anzoátegui para mantener estas órdenes representa una grave falla en el sistema judicial.

La situación que enfrenta Elvis Enrique Pirela Durán plantea cuestiones serias sobre la administración de justicia en Venezuela. La falta de avances en su caso, aun con evidencias claras, sugiere una red de impunidad que a menudo protege a los involucrados en prácticas delictivas en el entorno empresarial. Pirela concluye que, a pesar de las pruebas irrefutables que presentan contra Muzzati, las instituciones judiciales parecen fallar en su deber de aplicar la ley y garantizar justicia para las víctimas. Esta compleja trama de corrupción y abuso de poder resalta la importancia de robustecer el sistema judicial en el país y promover la transparencia en las investigaciones para asegurar que se haga justicia.

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