ExxonMobil renuncia a parte del bloque Stabroek en aguas en disputa con Venezuela
Guyana ha dado a conocer que la compañía petrolera estadounidense ExxonMobil ha decidido renunciar al 20% del bloque Stabroek, un vasto territorio marítimo que incluye áreas objeto de controversia con Venezuela. Este bloque, conocido por sus extensos recursos de petróleo y gas, ocupa una superficie total de 26,800 km² y su descubrimiento en 2015 marcó un hito significativo en la geopolítica de la región, intensificando una larga disputa territorial por el territorio Esequibo, rico en minerales y recursos naturales.
El ministro de Recursos Naturales de Guyana, Vickram Bharrat, reveló a la AFP que la renuncia implica una superficie de 2,534 km², situada en aguas que están bajo reclamación por parte de Venezuela. Es importante destacar que ExxonMobil no había iniciado ninguna actividad de exploración o explotación en esta área renunciada. Hasta el momento, el bloque Stabroek ha sido testigo de más de 30 descubrimientos de petróleo y gas desde su descubrimiento, lo que ha generado expectativas de un desarrollo robusto en el sector energético de Guyana.
En 2024, ExxonMobil había planeado perforar dos pozos en el centro de Stabroek, un paso que podría haber exacerbado aún más las tensiones con Venezuela. Apenas dos meses después de estos anuncios, la petrolera recibió una nueva concesión que renovó las controversias en torno a la legalidad de los permisos otorgados por el gobierno guyanés. El proyecto, conocido como Whiptail, implica una inversión cautivadora de $12.7 mil millones y tiene como objetivo aumentar la capacidad de producción de petróleo del país a aproximadamente 1.3 millones de barriles por día.
Actualmente, Guyana ya produce más de 600,000 barriles de crudo diariamente. Esta cifra refleja el crecimiento vertiginoso de la industria petrolera en el país, que ha empezado a jugar un papel crucial en la economía nacional. Sin embargo, la situación sigue siendo compleja debido al reclamo de Venezuela sobre el territorio Esequibo, lo que mantiene una atmósfera tensa en la región y entre los dos países.
En 2018, Guyana llevó su disputa territorial ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) para que ratificara un laudo emitido en 1899, que definió las fronteras actuales. Sin embargo, Venezuela ha rechazado la jurisdicción de esta corte y defiende el Acuerdo de Ginebra de 1966, que establece un marco para una solución negociada al conflicto. Esta dualidad en la gestión de la controversia territorial añade una capa de complejidad a las operaciones de ExxonMobil y su relación tanto con Guyana como con Venezuela.
El futuro del bloque Stabroek y de las relaciones entre Guyana y Venezuela es incierto. La industria petrolera de Guyana se enfrenta a desafíos significativos, incluyendo la necesidad de navegar por un entorno geopolítico sensible. A medida que el país busca expandir su producción y consolidar su posición en el mapa energético global, la situación con Venezuela puede influir en las decisiones estratégicas de ExxonMobil y de otros inversores en la región. El desenlace de esta controversia territorial, por tanto, no solo tiene el potencial de afectar a la producción petrolera, sino que también podría redefinir las relaciones diplomáticas y comerciales en una de las áreas más ricas en recursos de América del Sur.