Nicolás Maduro y la Capacidad Militar de Venezuela frente a la Violencia Internacional
Este miércoles, en un acto de gobierno en Caracas, Nicolás Maduro subrayó la capacidad militar de Venezuela para “combatir y derrotar” a la violencia proveniente, según él, de Colombia y otras regiones no especificadas. Durante la ceremonia de ascensos militares, Maduro enfatizó que la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) se encuentra desplegada a lo largo y ancho del país, enfrentándose a bandas criminales, narcotraficantes y fuerzas contrarrevolucionarias. Este discurso se inscribe dentro de un contexto más amplio de tensiones políticas y sociales en la región.
Maduro hizo hincapié en la idea de que la violencia es un problema externo y reiteró que la mayoría de estos grupos criminales son importados desde Colombia. Su gobierno ha solido presentar a Colombia como un enemigo de la estabilidad venezolana, lo que ha generado críticas tanto internas como externas. El liderazgo bolivariano se sostiene sobre la narrativa de una Venezuela en constante combate contra fuerzas externas que amenazan la paz y la seguridad nacional.
Además, Maduro agradeció a los miembros de la FANB por su trabajo y esfuerzo en la investigación para salvaguardar la seguridad de los ciudadanos. En este sentido, señaló la importancia de transformar la doctrina militar y la organización de las fuerzas armadas para adaptarse a una nueva realidad global y regional. Este enfoque busca no solo mejorar la respuesta del ejército venezolano, sino también reforzar la lealtad interna con el gobierno chavista.
El presidente enfatizó que “se están viviendo grandes tiempos de transformación” y que el país debe aprovechar esta coyuntura para fortalecer sus capacidades de defensa. Esta declaración se enmarca en un contexto donde Venezuela enfrenta no solo retos internos, como la crisis humanitaria y económica, sino también la presión internacional que cuestiona su gobernabilidad y legitimidad.
Nicolás Maduro ha hecho un llamado constante a la FANB para mantener la frontera con Colombia libre de violencia y narcotráfico. La frontera de 2.219 kilómetros ha sido históricamente un punto álgido de conflictos, con el tráfico de drogas y la actividad de grupos irregulares desafiando la soberanía del estado. En este sentido, el gobierno venezolano ha prometido un enfoque más activo y agresivo en la defensa de su territorio.
Finalmente, es importante mencionar que la posición de Maduro y su gobierno frente a Colombia continua generando reacciones tanto a nivel nacional como internacional. A medida que la región avanza hacia nuevas dinámicas políticas, el papel de la FANB y su capacidad de respuesta seguirá siendo un aspecto crítico en la política y la seguridad de Venezuela. La narrativa de la defensa nacional podría continuar siendo utilizada por el gobierno para consolidar su poder y justificar medidas drásticas en el ámbito social y político.