La Inteligencia Artificial y su Uso en el Consumo de Información Digital entre Jóvenes
En la era digital, el consumo de información está en constante evolución, siendo la inteligencia artificial (IA) una herramienta clave que ha comenzado a ocupar un lugar destacado entre los jóvenes. Un estudio reciente del Instituto Reuters, titulado Informe 2025 sobre Información Digital, revela que el uso de robots conversacionales, como ChatGPT, se ha incrementado en esta población. Aunque la cifra global de uso se sitúa en un modesto 7%, la adopción entre los menores de 35 años alcanza el 12%, y sube a un notable 15% entre los menores de 25. Estas cifras ponen de manifiesto un cambio de paradigma en la forma en que las nuevas generaciones buscan y consumen información.
La atracción de la inteligencia artificial radica en sus capacidades únicas para personalizar la experiencia informativa. Según el informe, los jóvenes utilizan la IA para diversas tareas, incluyendo resumir artículos (27%), traducir textos (24%), hacer recomendaciones (21%) y responder preguntas sobre temas de actualidad (18%). Esta funcionalidad permite a los usuarios interactuar con la información de manera dinámica, transformando una experiencia pasiva en una activa donde el usuario tiene control sobre lo que desea aprender y de qué manera.
Sin embargo, a pesar de estas ventajas, persiste un escepticismo considerable en relación con la fiabilidad de la información generada por estas herramientas. En muchos países, los consumidores prefieren recurrir a fuentes humanas para la curación de noticias, valorando la transparencia y la autenticidad que las personas pueden ofrecer frente a las máquinas. Esta desconfianza subraya la importancia de la labor periodística en un contexto donde los algoritmos pueden influir en la percepción de la realidad, planteando interrogantes sobre la ética y la responsabilidad en la difusión de información.
En este contexto de cambio, las redes sociales juegan un papel fundamental. A pesar de las críticas que ha recibido, la red social X, anteriormente conocida como Twitter, ha demostrado una notable resistencia como plataforma informativa. A pesar de haber perdido algunos usuarios, su porcentaje de uso para informarse semanalmente se mantiene en un 11%, algo admirable dado el contexto de desconfianza hacia los medios tradicionales. Comparada con plataformas como Facebook (26%), YouTube (21%), Instagram (16%) y WhatsApp (15%), la resiliencia de X destaca, a la vez que resalta la escasa acogida de alternativas emergentes como Bluesky, Threads o Mastodon, que apenas alcanzan un 2% de menciones.
Este fenómeno de resistir a los cambios se produce en un ambiente donde la credibilidad de los medios tradicionales sigue en declive. A medida que más personas recurren a plataformas digitales para informarse, figuras políticas como Donald Trump y Javier Milei han logrado eludir los canales convencionales de comunicación, aprovechando el auge de las redes para llegar directamente a sus audiencias. Este cambio plantea un reto considerable para el periodismo, que debe adaptarse y buscar nuevas formas de conectar con los lectores en un entorno mediático saturado y conflictivo.
Finalmente, la clave para el futuro del periodismo independiente radica en el apoyo que pueda recibir de sus lectores. Ante la creciente necesidad de noticias verídicas y sin censura, es fundamental que la audiencia apoye iniciativas de periodismo que busquen ofrecer una información equilibrada. Con el respaldo de la comunidad, estos medios pueden seguir ofreciendo contenido de calidad y asegurando que las voces críticas y las noticias incómodas se mantengan al alcance de todos. Así, se abre la puerta a una conversación más amplia sobre la importancia de la información en la democracia y los valores fundamentales de la libertad de expresión.