Antonio Machado y su legado en la Real Academia Española
Antonio Machado, uno de los poetas más emblemáticos de la Generación del 98, fue nombrado académico de la Real Academia Española (RAE) en 1927, aunque su ingreso fue marcado por la ironía de no haber llegado nunca a pronunciar su discurso de aceptación. Más de noventa años después, el 29 de abril de 2023, la RAE celebrará un acto simbólico para honrar su memoria, en el que se leerá el discurso inacabado que Machado dejó. Este evento, que representa un reconocimiento tardío a su figura, promete ser un homenaje emocionante para todos los amantes de la poesía y la literatura española.
El acto será protagonizado por el renombrado actor José Sacristán, quien se encargará de leer el discurso que Machado nunca finalizó, el cual fue publicado póstumamente en la Revista Hispánica Moderna en 1949. La respuesta a este discurso vendrá de la mano de un texto de José Martínez Ruiz, Azorín, en voz del dramaturgo y académico Juan Mayorga. Para cerrar el evento, el cantautor Joan Manuel Serrat ofrecerá un recital dedicado a la obra de Machado, recitando algunos de sus poemas más destacados como los de "Campos de Castilla". Además, se exhibirá en Madrid ‘Los Machado. Retrato de familia’, una exposición que rinde homenaje a la vida y obra de los hermanos Machado.
A pesar de su nombramiento, Antonio Machado no llegó a ocupar el sillón V de la RAE, vacante desde la muerte de Miguel de Echegaray. Según la propia RAE, las circunstancias políticas de la época influyeron en su decisión de no ocuparse de su discurso de ingreso. Machado se mostró reticente ante la academia y, aunque en una carta dirigida a su amigo Miguel de Unamuno expresó que se sentía honrado por el nombramiento, también manifestaba su desdén hacia el título, diciendo que nunca aspiró a este honor. Este sentimiento de desconfianza hacia lo académico fue también recordado por el poeta Ángel González, quien dedicó su propio discurso de ingreso a las "otras soledades de Antonio Machado".
Contrario a la postura de su hermano, Manuel Machado sí logró tomar posesión de su sillón en la RAE en 1938 y presentó su discurso titulado ‘Unos versos, un alma y una época’, que leyó el 19 de febrero del mismo año. Mientras Antonio se debatía entre su vocación poética y las demandas de la academia, Manuel encontró en dicha institución un espacio pertinente para su expresión literaria. Este contraste entre ambos hermanos resalta las diferentes visiones que cada uno tenía sobre el papel de la literatura y la academia en su vida.
Las dificultades políticas en España llevaron a Antonio Machado al exilio en enero de 1939, frente al avance de las tropas franquistas. Lamentablemente, su vida se apagó un mes después en la localidad francesa de Collioure, donde descansa su tumba. Su última inspiración, un verso que guardaba consigo, dice mucho sobre su esencia: «Estos días azules y este sol de la infancia». Este verso refleja no solo la profundidad de su tristeza ante la situación política de su país, sino también su indomable conexión con la belleza y la nostalgia de su niñez.
La celebración del acto en la RAE no solo busca recordar a Antonio Machado, sino también reconocer la relevancia de su obra en el contexto literario español e internacional. A través de este homenaje simbólico, se rinde tributo a la figura de un poeta que, a pesar de las adversidades, dejó una huella imborrable en la literatura. La influencia de Machado sigue viva en la poesía contemporánea, haciendo eco de sus sentimientos y pensamientos en nuevas generaciones de escritores y poetas.
En conclusión, el homenaje a Antonio Machado se convierte en una oportunidad para reflexionar sobre la importancia de la literatura en momentos de dificultad, así como sobre la relación entre el arte y la academia. La Real Academia Española, al recordar a uno de sus miembros más ilustres, nos invita a volver a explorar sus versos, aquellos que junto a su biografía configuran un legado sin igual. Con eventos como el del 29 de abril, no solo se conmemora a un gran poeta, sino que también se celebra la fuerza de la palabra en la historia de España.