El Ejército Venezolano Niega Presencia de Drogas en Sus Cuarteles
En un contexto de acusaciones serias contra el régimen de Nicolás Maduro por su vinculación con el narcotráfico, el Ejército de Venezuela ha emitido un contundente comunicado en redes sociales. A través de un video, un grupo de militares afirma que no hay presencia de drogas en los cuarteles del país. Esta declaración busca contrarrestar las crecientes preocupaciones sobre la situación del narcotráfico en Venezuela, así como defender la imagen de la institución militar.
El general Johan Hernández, en un esfuerzo por desmentir estos rumores, dirige una serie de preguntas a sus subordinados. Preguntas como “¿Hay drogas en nuestros cuarteles?” o “¿Ves drogas en los cuarteles del Ejército cuando estamos de guardia?” son planteadas para obtener respuestas afirmativas de los soldados presentes. La mayoría de ellos respondió con un contundente “no”, reiterando que la información sobre drogas en los cuarteles es “totalmente falsa”.
Es importante señalar que los comentarios del general Hernández son partícipes de una narrativa más amplia que busca presentar al Ejército como un bastión de valores bolivarianos y patrióticos. Al afirmar que “somos hijos de Simón Bolívar y no usamos drogas”, Hernández intenta vincular la identidad nacional con la negación del consumo de estupefacientes, contrastando la situación de Venezuela con la de otros países, a los que culpa del problema. Esta retórica, aunque determinante, no resuelve las dudas sobre las verdaderas implicaciones del narcotráfico y la corrupción dentro de las fuerzas armadas.
A pesar de la presencia de este video en las redes sociales, la naturaleza de la comunicación y su estatus como un comunicado oficial del Ejército siguen siendo inciertos. La falta de claridad genera interrogantes sobre la finalidad detrás de esta negación, sugiriendo que los militares podrían estar intentando distanciarse de las acusaciones que involucran a figuras del gobierno en delitos relacionados con las drogas.
Además, la propagación de esta defensa en redes sociales tiene implicaciones significativas en el ámbito político. Dado que las acusaciones de narcotráfico han crecido en el escenario internacional, la respuesta del Ejército podría ser una estrategia para proteger no solo la imagen de la institución, sino también la del propio Maduro. En un momento crítico para el gobierno, cualquier mención de vínculos con el narcotráfico representa una amenaza directa a su legitimidad.
En resumen, el video vertido por los militares venezolanos y las declaraciones del general Johan Hernández resaltan una crisis de credibilidad tanto a nivel interno como externo para el gobierno de Maduro. Las afirmaciones de que el Ejército está libre de drogas no solo intentan desmentir las acusaciones, sino que también subrayan la lucha por mantener una imagen de honor y patriotismo en medio de un contexto complejo y lleno de incertidumbres. La situación del narcotráfico en el país seguirá siendo un tema delicado que merece un seguimiento estrecho.













