Francisco Convit: El Ascenso y CaÃda de un Magnate del Chavismo
Francisco Antonio Convit Guruceaga, conocido por su relación con el renombrado cientÃfico Jacinto Convit, se ha convertido en un nombre polémico en el panorama venezolano. A sus 46 años, su trayecto se aleja del prestigio académico de su abuelo para acercarse a un oscuro mundo de corrupción y negocios turbios. Convit es uno de los llamados “bolichicos”, un grupo de jóvenes empresarios que, durante el auge del chavismo, amasaron fortunas colosales gracias a contratos irregulares con el gobierno. Su carrera ha estado marcada por acusaciones graves, incluyendo su participación en un esquema de lavado de más de 1.200 millones de dólares de Petróleos de Venezuela (Pdvsa).
Lavado de Dinero y VÃnculos con la Elite Oficialista
En julio de 2018, el Departamento de Justicia de Estados Unidos formalizó acusaciones contra Convit por su supuesta participación en un esquema internacional conocido como “Money Flight”. Este plan, que según la acusación se desarrolló desde 2014, implicó a altos funcionarios de Pdvsa que aprobaron operaciones fraudulentas para cambiar bolÃvares por dólares a tasas preferenciales. Las ganancias ilÃcitas eran luego blanqueadas mediante bancos y empresas fachada ubicadas en Europa, Estados Unidos y paraÃsos fiscales. La situación refleja no solo la corrupción en el sector petrolero, sino también la complicidad entre empresarios y figuras clave del oficialismo.
Relaciones y Negocios Estratégicos
Convit formó alianzas con miembros de la familia de Cilia Flores, la esposa de Nicolás Maduro, lo que le permitió convertirse en un operador financiero en el sector energético. Su participación en Petrozamora y en bloques petroleros estratégicos en el Lago de Maracaibo son ejemplos claros de cómo las conexiones polÃticas y la corrupción se entrelazan en el mundo empresarial de Venezuela. Investigaciones recientes indican que su red de compañÃas en el exterior le facilitó el tráfico de capitales a través de criptomonedas, oro y comercio de petróleo.
Arrestos y Momentos Controversiales
El 2020 fue un año tumultuoso para Convit, quien fue brevemente arrestado en la isla de Margarita por el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin). Aparentemente, sus conexiones con figuras influyentes, como el expresidente del Tribunal Supremo de Justicia, le permitieron recuperar su libertad. Sin embargo, su nombre volvió a estar en el corazón de la controversia en 2025 tras un altercado en un torneo de pádel, donde protagonizó una pelea que terminó en su arresto en Caracas. Este incidente, sin embargo, se asociarÃa no solo a una pelea deportiva, sino a supuestos contactos con autoridades estadounidenses para intercambiar información a cambio de beneficios judiciales.
La Fuga de El Helicoide
La historia de Convit tomó un giro inesperado cuando, seis meses después de su arresto en El Helicoide, se reportó su fuga. Según el excomisario Iván Simonovis, Convit habrÃa pagado a funcionarios del Sebin para escapar de la custodia. Aunque el régimen no ha confirmado esta evasión, se han realizado múltiples allanamientos en las propiedades de su madre y otros allegados. Algunas fuentes aseguran que Convit podrÃa estar fuera del paÃs, posiblemente en negociaciones con las autoridades estadounidenses.
Un Futuro Incierto
La situación actual de Francisco Convit es incierta. Su fuga y las acusaciones en su contra no solo dejan en evidencia la corrupción en el sistema chavista, sino que también resaltan un patrón de impunidad que ha caracterizado a muchos en la elite venezolana. La historia de este magnate del chavismo sirve de advertencia sobre el alcance de la corrupción y la complicidad entre empresarios y polÃticos en Venezuela. Hasta el momento, su paradero sigue siendo un misterio, y con ello se cierne un manto de incertidumbre sobre su futuro y el de aquellos que, como él, han navegado en las aguas turbias del poder y el dinero.
Conclusión
Francisco Convit representa un microcosmos de la corrupción sistémica y el aprovechamiento de las estructuras de poder en Venezuela. Su trayectoria, marcada por ascensos sorprendentes y caÃdas estrepitosas, ilustra los riesgos asociados con el poder y el dinero en un paÃs en crisis. La sociedad venezolana, al igual que la comunidad internacional, observa con atención la evolución de este caso, esperando justicia y respuestas ante un sistema que, hasta ahora, ha beneficiado a unos pocos en detrimento de las mayorÃas.