La Jornada Social en San Cristóbal: Un Impacto Directo en la Comunidad
La alcaldía de San Cristóbal, en asociación con la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur), llevó a cabo una significativa jornada social en el barrio El Lago, beneficiando a más de 1.200 personas. Esta iniciativa tuvo lugar con la participación activa de más de 30 instituciones, tanto gubernamentales como privadas, lo que enfatiza el compromiso de la comunidad en brindar apoyo a los sectores más vulnerables. Este evento resaltó la importancia de la cooperación interinstitucional en la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos, incluyendo a madres, mujeres embarazadas, niños, adultos mayores, adolescentes y personas con discapacidad.
El alcalde de San Cristóbal, Silfredo Zambrano, subrayó la relevancia de estas actividades que se realizaron en coordinación con el gobernador Freddy Bernal y el Gobierno Nacional. Este tipo de jornadas no solo proporcionan atención médica y asesorías legales, sino que también permiten la identificación de casos especiales que requieren atención directa y personalizada. En esta ocasión, se identificaron 68 casos que demandaban atención especial, evidenciando así la necesidad de trabajar en conjunto para abordar las problemáticas que enfrenta la comunidad.
Durante la jornada social, se realizaron evaluaciones para la entrega de lentes y medicamentos. También se distribuyeron sillas de ruedas, bastones y otros insumos que son vitales para aquellos que enfrentan limitaciones físicas. El primer mandatario local, Silfredo Zambrano, destacó la labor coordinada con Acnur y otras instituciones, quienes han permitido visibilizar las necesidades reales de la población. Este esfuerzo conjunto refleja el compromiso de la alcaldía para atender las demandas de los ciudadanos y mejorar su bienestar.
Rodrigo Valderrama, jefe de la oficina de Acnur en Táchira, enfatizó la importancia de la colaboración entre los gobiernos locales y las organizaciones humanitarias. Según Valderrama, "la identificación de casos de protección es fundamental para salvar vidas y asegurar el bienestar de todos”. Esta declaración pone de manifiesto el papel esencial que juegan estos programas sociales en la protección de la población más vulnerable, garantizando así su acceso a servicios esenciales.
El éxito de la jornada social también se pone de relieve a través de los testimonios de los beneficiarios. Emily Buitrago, residente de Maizanta, comentó acerca de los diversos servicios ofrecidos, que incluyeron medicina interna, medicina general, oftalmología, peluquería, asesoramiento para trámites de nacimiento y actividades recreativas. Estas intervenciones no solo mejoran la salud física, sino que también fomentan la cohesión comunitaria y el bienestar emocional.
Asimismo, Ana Jiménez, del barrio El Lago, compartió su experiencia sobre el apoyo recibido para cuidar a su madre, quien padece de Alzheimer y trastornos cráneoencefálicos. Relató cómo gracias al consejo comunal pudo acceder a la atención que su madre requería. “Los trámites fueron por medio del consejo comunal, y por eso recibimos el gran aporte. Que Dios los bendiga y gracias por todo”, mencionó, reflejando la importancia de los programas sociales en la vida de las personas en situación vulnerable.
En conclusión, la jornada social en el barrio El Lago es un claro ejemplo de cómo la colaboración entre distintos sectores puede generar un impacto positivo en la vida de las comunidades. La labor conjunta entre la alcaldía, Acnur y diversas organizaciones demuestra que con esfuerzo y coordinación se pueden atender las necesidades más apremiantes de la población. Estas iniciativas son esenciales para seguir construyendo una sociedad más justa, inclusiva y solidaria, revisando y atendiendo las necesidades reales de cada sector y, sobre todo, mejorando la calidad de vida de los más necesitados.