Mons. Lisandro Rivas Visita el Centro Penitenciario Occidente en Jueves Santo
En un gesto significativo de comunión y apoyo espiritual, Monseñor Lisandro Rivas, obispo de la Diócesis de San Cristóbal, realizó una visita al Centro Penitenciario Occidente en Santa Ana, municipio Córdoba, durante la conmemoración del Jueves Santo. Este encuentro tuvo lugar en un momento clave del calendario litúrgico, donde se recuerda la Última Cena y el sacrificio de Jesús. Los privados de libertad recibieron al obispo con un ambiente de alegría y emoción, resaltando la necesidad de esperanza en momentos de adversidad.
Monseñor Rivas, en su visita, llevó un mensaje poderoso de consuelo y transformación. Durante la celebración de la santa eucaristía, conmemoró la Última Cena del Señor, un acto que simboliza la humildad y el amor incondicional de Cristo hacia sus discípulos. La ceremonia incluyó el simbólico lavatorio y beso de pies, donde el obispo actuó como ejemplo de servicio y humildad, recordando a todos los presentes que la fe puede transformar incluso las circunstancias más difíciles.
En su homilía, el obispo Rivas se dirigió a los reclusos con un mensaje de esperanza y cambio personal. Enfatizó que, “no somos el producto del pasado, sino que somos el producto de lo que Dios ha hecho y quiere hacer con nosotros”. Esta declaración resonó profundamente entre los presentes, quienes pudieron reflexionar sobre la posibilidad de un nuevo comienzo a pesar de sus circunstancias actuales. La visita no solo fue un acto litúrgico, sino un proceso de sanación emocional y espiritual.
Mons. Lisandro Rivas estuvo acompañado por el presbítero Domingo Pernía, párroco de Santa Ana, así como por diáconos y seminaristas, quienes colaboraron en la organización del evento. La presencia de estos acompañantes subrayó la importancia del trabajo en equipo en la comunidad, y cómo la iglesia puede jugar un papel fundamental en brindar apoyo a los más necesitados, en este caso, a aquellos que se encuentran privados de libertad.
Al concluir la visita, los reclusos participaron en la representación del santo Viacrucis, un acto que simboliza el sufrimiento de Cristo y el sacrificio por la humanidad. Este gesto fue un recordatorio de la redención y la esperanza de un futuro mejor. El evento culminó con la despedida del obispo, quien también tuvo la oportunidad de visitar el templo de la parroquia Santa Ana, realizando un recorrido que reflejó su compromiso con la comunidad y su disposición a acompañar a los más vulnerables.
Esta visita de Monseñor Rivas al Centro Penitenciario Occidente no solo brindó consuelo a los reclusos, sino que también fortaleció los lazos entre la iglesia y la comunidad. En un mundo lleno de desafíos, el mensaje de esperanza y renovación es especialmente relevante, reiterando que todos, sin excepción, tienen la posibilidad de un nuevo comienzo, guiados por la fe y el amor divino. La acción de la iglesia en estos espacios es crucial para fomentar la reintegración social y la sanación espiritual de aquellos que han perdido la esperanza.