Frustración de Intentos de Saboteo en la Industria Petrolera Venezolana
El ministro para la Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, anunció recientemente que efectivos militares lograron frustrar un intento de sabotaje en la industria petrolera del país. Este suceso evidenció la creciente amenaza que enfrenta la infraestructura estratégica de Venezuela, particularmente en su sector energético. Según Padrino, los saboteadores pretendían cortar y robar 1.250 metros de cable submarino, crucial para energizar pozos y plantas eléctricas en la región del Zulia.
Durante una conferencia press, el ministro presentó un balance de las operaciones realizadas entre enero y agosto de 2025, destacando que 10.380 efectivos de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Fanb) han estado involucrados en diversas actividades de seguridad. En un video proyectado durante la presentación, se mostró la incautación de los fragmentos de cable que ya habían sido cortados en el Lago de Maracaibo, subrayando la seriedad de la amenaza.
Padrino López caracterizó estos intentos de sabotaje como parte de “una agresión multidimensional” que busca afectar no solo el sistema eléctrico y las refinerías, sino también la estabilidad del país en su conjunto. En este contexto, cabe mencionar un reciente operativo donde se confiscaron 3.000 detonadores de explosivos y cordones detonantes que, según el ministro, estaban destinados a llevar a cabo acciones violentas en contra de instalaciones estratégicas.
El ministro también hizo un llamado a la población venezolana para que se mantenga alerta ante estas amenazas. Destacó que el país está bajo una constante agresión, no solo física, sino también psicológica, política y diplomática. Este conjunto de acciones se enmarca en un plan más amplio que, según Padrino López, tiene un “amo imperial” detrás, sugiriendo que estas actividades no son meras coincidencias, sino parte de una estrategia calculada.
Dentro de esta estrategia de defensa, la “Operación Petróleo Soberano” ha sido activada, la cual se centra en brindar protección a todas las refinerías del país. Este despliegue militar incluye hasta 500 efectivos en cada instalación, con el objetivo de evitar cualquier incidencia que pueda poner en riesgo la producción petrolera, esencial para la economía venezolana.
Las operaciones del Escudo Bolivariano, que abarcan varias estrategias de seguridad, también están dirigidas a combatir el narcotráfico y desmantelar bandas criminales. Entre las operaciones activas se encuentran Relámpago del Catatumbo y Cacique Manaure, entre otras. Estas iniciativas no solo buscan garantizar la seguridad de las instalaciones energéticas, sino también estabilizar las comunidades afectadas por la violencia criminal.
Por último, el ministro de Interiores, Diosdado Cabello, ha informado sobre operaciones exitosas en las cuales se han allanado galpones en estados como Monagas y Anzoátegui, donde se almacenaban explosivos destinados a atacar la infraestructura petrolera. Cabello ha afirmado que estos actos de sabotaje son impulsados por sectores de la extrema derecha venezolana, que buscan desestabilizar la economía del país y generar un caos que facilite una posible intervención extranjera.
En resumen, la defensa de la industria petrolera en Venezuela enfrenta desafíos significativos que requieren una respuesta coordinada y efectiva. La vigilancia constante y las operaciones militares son fundamentales en este contexto para salvaguardar la economía nacional y la estabilidad del país.