El Aumento del Tráfico de Cocaína: Un Análisis del Informe de la ONU y su Impacto en Colombia
El Informe Mundial sobre las Drogas 2025, publicado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), revela un panorama alarmante respecto al tráfico de cocaína. Actualmente, este tráfico ha alcanzado niveles históricos, reflejando un aumento significativo en la producción, en especial en América Latina. Colombia se mantiene como líder en hectáreas dedicadas al cultivo de coca, mientras que el consumo se expande rápidamente en regiones como Europa, África y Asia. Este informe destaca no solo las dinámicas de producción, sino también el impacto que tiene en la seguridad y la política del continente americano.
El análisis de este fenómeno fue profundizado por el analista político Juan Falkonerth en una entrevista para NTN24. Falkonerth apuntó a la falta de acción por parte del estado colombiano en el combate al narcotráfico y a las estructuras ilegales que lo sustentan. Según él, la criminalidad en Colombia se ve alimentada por un vacío en el compromiso institucional que debería existir para frenar esta actividad delictiva. La inercia en la lucha contra el narcotráfico se ve reflejada en el aumento de cultivos ilegales y la incapacidad del gobierno de erradicar la producción de coca.
El presidente colombiano, Gustavo Petro, ha defendido su estrategia de "Paz Total", que incluye no combatir directamente los cultivos ilícitos. Sin embargo, esta postura ha sido cuestionada por Falkonerth, quien considera que tal política permite que Colombia siga liderando en producción de coca, evidenciando una falta de compromiso con los acuerdos internacionales. El enfoque del gobierno actual, según el analista, trivializa la seriedad del informe de la ONU y podría conducir a sanciones o descertificaciones por parte de Estados Unidos, un socio clave en la lucha contra las drogas.
La controversia se intensificó cuando el presidente Petro criticó el informe de la ONU, sugiriendo que era una "trampilla" destinada a justificar el uso de glifosato en la erradicación de cultivos. Según Falkonerth, rechazar los hallazgos de la ONU es un "grave error". Esta interpretación errónea no solo minimiza la credibilidad del informe, sino que también ignora el hecho de que los grupos ilegales han logrado maximizar sus capacidades de producción, lo que agrava la situación.
La política de erradicación de cultivos ha sido un tema altamente debatido en Colombia. Muchos argumentan que la fumigación con glifosato y las medidas coercitivas han tenido poco éxito y han generado más conflictos sociales. En contraste, la falta de una estrategia integral que aborde no solo la producción, sino también la demanda y el tráfico en el mercado internacional, ha perpetuado el ciclo de narcotráfico. Esto ilustra cómo una visión a corto plazo puede conducir a soluciones inefectivas en un problema que requiere un enfoque más holístico.
En conclusión, el informe de la ONU subraya la gravedad del tráfico de cocaína a nivel global y su impacto particular en Colombia, donde la falta de acción efectiva y la política actual han permitido que la producción siga en aumento. El desafío no solo es abordar la cantidad de coca sembrada, sino también las redes criminales que facilitan este comercio. Sin un enfoque unido y comprometido, el ciclo del narcotráfico está destinado a continuar, dañando a Colombia y a la comunidad internacional en su conjunto. Es fundamental que tanto el gobierno colombiano como la comunidad internacional trabajen juntos para encontrar soluciones sostenibles que aborden este problema en todas sus dimensiones.