Atentados en Colombia: Una crisis de seguridad sin precedentes
Colombia se enfrenta a una alarmante crisis de seguridad tras una serie de atentados violentos que han dejado un saldo trágico de al menos 18 muertos y numerosos heridos. Estos ataques, dirigidos contra un helicóptero de la Policía y la Escuela Militar de Aviación Marco Fidel Suárez en Cali, han desatado un clima de temor y reflexión sobre la estabilidad del país. La situación ha puesto en la mira al Estado Mayor Central (EMC), una de las principales disidencias de las FARC, como presunto responsable de estos actos terroristas.
El primer atentado ocurrió en Amalfi, Antioquia, donde un helicóptero con doce policías antinarcóticos fue impactado mientras se dirigía a una operación de erradicación de cultivos ilícitos. Este ataque, que refleja la creciente violencia en la lucha contra el narcotráfico, se sumó a la explosión de un camión bomba en Cali, que causó una devastadora ola de destrucción y dejó a la comunidad civil en estado de choque. La vicepresidenta Francia Márquez condenó el ataque en Cali y afirmó que Colombia merece vivir en paz.
Las autoridades han confirmado la detención de un sospechoso vinculado a las disidencias de las FARC, identificado como alias “Sebastián”. El presidente Gustavo Petro, en respuesta a estos ataques, anunció una declaración sobre el EMC y otras agrupaciones criminales como organizaciones terroristas. Esta clasificación permitirá al gobierno colombiano implementar medidas más contundentes en su lucha contra la violencia y el narcotráfico.
Petro ha enfrentado críticas debido al aumento de la violencia, y su administración se prepara para declarar el estado de conmoción interior. Esta medida busca hacer frente a las amenazas a la seguridad pública y la estabilidad social. La defensora del pueblo, Iris Marín, también se pronunció, enfatizando que los ataques son violaciones del Derecho Internacional Humanitario y afectan a la vida y la dignidad humana.
A medida que la crisis se intensifica, varios sectores políticos han expresado su preocupación y exigencia de acción por parte del gobierno. Expresidentes y líderes regionales solicitaron una respuesta efectiva y unida para combatir el terrorismo y restablecer la paz en el país. La gobernadora del Valle del Cauca, Dilian Francisca Toro, hizo un llamado a la unidad y a enfrentar la amenaza de manera contundente.
Por último, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Colombia también se ha pronunciado, instando al gobierno a tomar medidas adecuadas para apoyar a las víctimas y avanzar en las investigaciones. El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, se unió a las condolencias por los hechos violentos en Colombia, reflejando el impacto que la situación actual tiene en la comunidad internacional. La seguridad en Colombia está en un punto crítico, y solo con una respuesta unificada y decidida se podrá restaurar la paz y la confianza en el país.