Estados Unidos se Retira de la Unesco: Implicaciones y Contexto
El 31 de diciembre de 2026 será una fecha clave en la historia de las relaciones internacionales, ya que el Gobierno del presidente Donald Trump ha anunciado la retirada de Estados Unidos de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). Esta decisión, comunicada por la portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce, se fundamenta en el argumento de que la membresía en esta organización no sirve a los intereses nacionales de Estados Unidos.
La postura de Trump, que enfatiza el lema “Estados Unidos primero”, señala una crítica directa al enfoque de la Unesco. Según Bruce, la agencia ha promovido “causas sociales y culturales divisivas” y ha adoptado una agenda que, según el gobierno estadounidense, contraviene sus políticas exterior. Entre las acciones más polémicas de la Unesco se destaca la admisión del ‘Estado de Palestina’ como miembro, lo que, según la administración Trump, alimenta una retórica antiisraelí dentro de la organización.
Esta no es la primera vez que Estados Unidos decide retirarse de la Unesco; de hecho, es la tercera. La primera ocurrió en 1984 bajo la presidencia de Ronald Reagan, quien alegó una “politización excesiva” de la entidad. Posteriormente, el entonces presidente Barack Obama también decidió suspender su financiamiento a la organización tras la inclusión de Palestina en 2011. Sin embargo, tras la llegada de Joe Biden a la presidencia en 2021, el país fue reintegrado a la Unesco, así como a la Organización Mundial de la Salud (OMS) y al Acuerdo de París sobre el cambio climático.
Esta decisión de retirada también resuena como parte de un patrón más amplio de la política exterior de Trump, que incluyó la salida de varias organizaciones internacionales y tratados. Desde el Consejo de Derechos Humanos de la ONU hasta el pacto nuclear con Irán, las acciones de Trump han cambiado radicalmente cómo Estados Unidos interactúa con el mundo. Biden, al asumir el poder, ha tratado de rectificar estas salidas, reafirmando el compromiso de EE.UU. con las alianzas internacionales.
Con su salida efectiva, Estados Unidos seguirá siendo miembro pleno de la Unesco hasta la fecha de retirada indicada, lo que da tiempo para evaluar los posibles efectos de esta decisión en áreas como la educación, la ciencia y la cultura a nivel mundial. La directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, expresó su pesar por la decisión de Trump, pero afirmó que la organización se encuentra preparada, incluso desde el punto de vista presupuestario, para asumir los efectos de esta salida.
En resumen, la retirada de Estados Unidos de la Unesco es un acontecimiento que refleja tensiones políticas más amplias y la visión de Trump sobre el papel de su país en asuntos globales. A medida que nos acercamos a la fecha de efectividad, será esencial observar cómo esta decisión impacta las relaciones internacionales y el financiamiento de programas culturales y educativos que benefician a países de todo el mundo. La participación y el compromiso de Estados Unidos en organizaciones multilaterales seguirán siendo un tema central en el debate político y diplomático global.