Acuerdo entre EE. UU. y Panamá para la Repatriación de Migrantes: Un Enfoque Estratégico en la Interdicción de Drogas
El 24 de junio de 2025, la secretaria de Seguridad Nacional de EE. UU., Kristi Noem, se reunió con la tripulación del guardacostas "Escanaba" en Panamá para discutir la interdicción de drogas y la migración. Durante su visita, Noem enfatizó la importancia de un acuerdo bilateral que busca financiar vuelos de repatriación de migrantes que ingresan ilegalmente a Panamá. Este acuerdo, extendido recientemente por la administración de Trump, refleja un compromiso de EE. UU. de invertir en la seguridad y el control de fronteras en la región.
El convenio firmado el 1 de julio de 2024, establece que Washington aportará seis millones de dólares para cubrir los gastos de repatriación. Con la extensión del acuerdo, se incrementó la inversión en 7 millones de dólares adicionales, lo que subraya el compromiso de EE. UU. en la lucha contra la migración ilegal. Este esfuerzo está diseñado para enviar un mensaje claro: aquellos que intentan ingresar ilegalmente a EE. UU. o Panamá enfrentarán acciones de deportación. De hecho, este proceso ha demostrado ser más económico desde Panamá, facilitando la expulsión de migrantes en 53 vuelos.
La repatriación ha llevado a la deportación de más de 2.300 migrantes, lo cual demuestra la efectividad de este tipo de acuerdos en la cooperación bilateral. Noem ha presentado este modelo como un ejemplo que otros países deberían considerar. Esto refleja una estrategia más amplia que busca desincentivar la migración ilegal y establecer la importancia de que las naciones asuman la responsabilidad de sus ciudadanos.
La situación en el Darién, la inhóspita selva que conecta Panamá con Colombia, ha cambiado drásticamente. En el pasado, miles de migrantes cruzaban esta peligrosa ruta con el objetivo de llegar a EE. UU. Sin embargo, debido a las nuevas políticas de deportación, muchos migrantes en Centroamérica ahora están regresando hacia el sur, buscando estabilidad y seguridad. Este cambio ha sido notable y muestra la efectividad de políticas más estrictas.
Durante su visita, Noem presenció la deportación de 32 migrantes colombianos y conversó con el presidente panameño, José Raúl Mulino, sobre el impacto del acuerdo. El Ministro de Seguridad panameño, Frank Ábrego, calificó al pacto como un “instrumento efectivo de coordinación bilateral”, lo que resalta la relación estratégica entre ambos países en materia de seguridad.
El próximo destino de Noem en su gira por Centroamérica incluye Costa Rica, Honduras y Guatemala. Estas visitas están destinadas a fortalecer la colaboración y el intercambio de mejores prácticas en la gestión de la migración y la seguridad, lo que podría beneficiar a la región en su conjunto. Este enfoque integrador y colaborativo es esencial en la lucha contra los desafíos que plantea la migración irregular en América Central.