Rosa María Payá: Nueva Comisionada de la CIDH a Propuesta de EE.UU.
La disidente cubana Rosa María Payá ha sido elegida como nueva integrante de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), tras una votación en la 55 Asamblea General de la OEA, celebrada en Antigua y Barbuda. Nombrada por Estados Unidos, Payá fue la primera en obtener votos, asegurando 20 apoyos en un proceso que busca fortalecer la defensa de los derechos humanos en el continente americano. Este nombramiento representa no solo un reconocimiento a su trabajo, sino también la intención de EE.UU. de presionar por un cambio significativo en el ámbito de los derechos humanos en América Latina.
Payá es la fundadora de la organización Cuba Decide y es conocida por su activismo contra el régimen cubano, siendo hija del prominente disidente Oswaldo Payá, asesinado en circunstancias controversiales en 2012. Su elección llega en un momento crítico, donde se cuestiona la eficacia de la OEA en la resolución de crisis en países como Venezuela y Nicaragua. Durante su campaña, el subsecretario de Estado de EE.UU. instó a los países miembros a respaldar a Payá, subrayando su importante papel en la promoción de la democracia y los derechos humanos en la región.
La CIDH, un organismo autónomo de la OEA, se encarga de proteger y promover los derechos humanos en los países miembros. Con un total de siete comisionados, su misión es defender a las víctimas de violaciones de derechos humanos y promover el respeto a estos derechos en toda América. La inclusión de Rosa María Payá en la CIDH está alineada con la agenda de EE.UU. de enfrentar los abusos de regímenes autoritarios en la región y hacer rendir cuentas a aquellos responsables de la represión.
En su primer comunicado tras la elección, Payá realizó un contundente llamado, acusando al régimen cubano de complicidad en el colapso democrático de países hermanos como Venezuela y Nicaragua. Denunció que la comunidad internacional ha pagado un alto precio por “tolerar” al régimen cubano, sugiriendo que este tipo de permisividad ha permitido que los abusos persistan. La labor de Payá será crucial para la denuncia de estos abusos y para generar un clamor contundente por los derechos humanos.
Rosa María Payá ha declarado que seguirá el legado de su padre, un defensor de la libertad y los derechos humanos en Cuba. Oswaldo Payá, conocido por su trabajo en el Movimiento Cristiano Liberación, fue una figura emblemática en la lucha por la democracia en la isla. La CIDH ha concluido en años recientes que la muerte de Oswaldo Payá fue el resultado de un acto intencional por parte del estado cubano, lo cual otorga aún más peso a la labor de su hija en la lucha por la justicia y la verdad.
Finalmente, el nombramiento de Rosa María Payá como comisionada de la CIDH no solo simboliza un triunfo personal para ella y su lucha familiar, sino que también representa un nuevo capítulo en la defensa de los derechos humanos en América Latina. Su posición le permitirá amplificar su voz y la de aquellos que sufren en manos de regimes autoritarios, reflejando la urgencia de un cambio en la narrativa de los derechos humanos en la región.