Título: La Nueva Perspectiva de EE. UU. sobre Venezuela: Reflexiones de Mauricio Claver-Carone
En un reciente panel organizado por J.P. Morgan en Washington, Mauricio Claver-Carone, el enviado especial del Departamento de Estado para América Latina, hizo una declaración contundente sobre la política de Estados Unidos hacia Venezuela. Reconoció que el cierre de la embajada estadounidense en Caracas en 2019 fue una de las decisiones más desacertadas. Para Claver-Carone, el cierre significó una pérdida significativa de presencia en un país donde la diplomacia es crítica. "Fue un gran error porque perdimos nuestra presencia en el país y es muy difícil tener ese tipo de relaciones desde Bogotá", expresó, enfatizando la importancia de mantener canales de comunicación con la nación sudamericana.
Claver-Carone también reflexionó sobre el compromiso previo de Estados Unidos con la situación en Venezuela. Compartió que desde el inicio, el gobierno estadounidense había tratado de facilitar una transición política y había "intentado portarse bien". Esto revela una intención clara de involucrarse y apoyar a los venezolanos en su lucha por un cambio positivo, aunque también ha enfrentado grandes desafíos. La situación política en Venezuela sigue siendo compleja, y el rol de EE. UU. se ha tenido que adaptar a las cambiantes dinámicas internas y externas.
Uno de los temas tocados por el enviado fue el programa de repatriación de migrantes venezolanos. Según Claver-Carone, aunque inicialmente hubo obstáculos significativos generados por el régimen de Nicolás Maduro, la situación ha mejorado. Actualmente, se llevan a cabo vuelos regulares de repatriación, algunos de los cuales llegan directamente a Caracas, permitiendo que más de 5,000 venezolanos hayan regresado a su país. Este cambio resalta la acción humanitaria y el compromiso de los Estados Unidos para ayudar a los ciudadanos que han tenido que abandonar su hogar debido a la crisis.
Al referirse a las licencias petroleras, Claver-Carone subrayó que la revocación de estos permisos no ha afectado el flujo de vuelos humanitarios. Este nuevo enfoque pone de manifiesto un cambio en las estrategias que Estados Unidos aplica en su política hacia Venezuela, donde se busca equilibrar la presión económica sobre el régimen mientras se mantienen las vías de asistencia a la población.
La situación internacional también se ha transformado, lo que ha otorgado a Washington una postura más favorable en la diplomacia con Caracas. Claver-Carone sostuvo que países como Rusia, China e Irán han disminuido su capacidad para respaldar al presidente Nicolás Maduro, haciendo referencia a un cambio en el equilibrio de poder que podría beneficiar la posición estadounidense. Esta perspectiva ofrece una nueva luz sobre la posible evolución de la política exterior de EE. UU. hacia Venezuela.
Finalmente, Claver-Carone abordó el futuro político en Venezuela, señalando que solo respaldarán un gobierno legítimamente electo. Esto implica un cambio de enfoque, ya que destacó que “los gobiernos en el exilio no funcionan”. Con la elección de Edmundo González Urrutia, se observa un nuevo intento de establecer un liderazgo dentro del país, aunque el funcionario reconoció que la infraestructura del nuevo gobierno es más limitada en comparación con el desaparecido gobierno interino de Juan Guaidó. Esta perspectiva sugiere una oportunidad de renovación para la política venezolana, pero también implica nuevos retos que se deben enfrentar.
En resumen, las declaraciones de Mauricio Claver-Carone ofrecen una visión renovada de la política de Estados Unidos hacia Venezuela y marcan un cambio significativo en la diplomacia estadounidense en la región. La necesidad de mantener relaciones directas, fortalecer los canales de comunicación y responder a la crisis humanitaria son aspectos que marcan el rumbo actual. A medida que el contexto internacional y la política interna de Venezuela cambian, será crucial observar cómo evoluciona esta relación y cómo afecta a los ciudadanos venezolanos.