Detención del Abogado y Activista de Derechos Humanos Eduardo Torres en Venezuela
El 17 de mayo de 2025, el Programa Venezolano de Educación Acción en Derechos Humanos (Provea) informó sobre la detención del abogado y defensor de derechos humanos, Eduardo Torres, en El Helicoide, Caracas. Su arresto se volvió evidente tras ocho días de silencio por parte de los funcionarios del Sebin, que finalmente confirmaron su ubicación cuando se temía por su seguridad. Provea utilizó las redes sociales para alertar sobre la situación, destacando la grave violación de derechos humanos que esto representa.
Desde su detención, se han presentado serias preocupaciones sobre el trato que ha recibido. Informes indican que Eduardo Torres no tiene acceso a visitas ni a comunicación con sus familiares o abogados de confianza. La última vez que tuvo contacto con su familia fue el 9 de mayo, justo antes de desaparecer. Este aislamiento no solo agrava su situación personal, sino que también plantea interrogantes sobre el respeto de las garantías judiciales en el país.
Eduardo Torres es un abogado laboral y activista conocido por su labor en la defensa de los derechos humanos en Venezuela. Su trabajo ha sido reconocido a nivel internacional, lo que le ha valido medidas cautelares por parte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Estas medidas surgieron tras múltiples amenazas y hostigamientos que ha enfrentado a causa de su dedicación a la justicia social. La comunidad internacional está atenta a su situación debido a la crisis de derechos humanos en el país.
Provea ha exigido al gobierno venezolano información clara sobre los cargos que se le imputan a Eduardo Torres. Los defensores de derechos humanos requieren acceso inmediato a comunicación con sus seres queridos y abogados, así como el cese del aislamiento al que está sometido. Este tipo de detención arbitraria es una violación directa a los derechos fundamentales consagrados en convenios internacionales que Venezuela ha suscrito.
La situación de Eduardo Torres es una clara representación de la represión que viven muchos activistas en Venezuela. Ante la falta de transparencia y las graves violaciones a los derechos humanos, es crucial que la comunidad nacional e internacional se una para exigir su liberación. Los ataques a la libertad de expresión y de asociación son constantes, y cada día que pasa sin respuestas adecuadas aumenta la preocupación por su integridad física y mental.
Finalmente, la detención de Eduardo Torres no solo afecta a su entorno familiar y profesional, sino que también envía un mensaje disuasorio a otros activistas por los derechos humanos en Venezuela. La solidaridad y el apoyo internacional son esenciales para hacer frente a este tipo de abusos y asegurar un futuro donde los derechos de todos los ciudadanos sean protegidos y respetados. La comunidad debe mantenerse informada y activa para garantizar que este caso no quede en la impunidad.