Denuncias del Instituto Casla: Inducción al Suicidio en Prisiones de Venezuela
El Instituto Casla ha presentado un alarmante informe que documenta los abusos sistemáticos sufridos por más de 2.000 detenidos durante las protestas poselectorales de 2024 en Venezuela. Esta información fue divulgada en la Organización de Estados Americanos (OEA) el 15 de mayo. Las graves torturas físicas y psicológicas cometidas en las cárceles de Tocorón y Tocuyito han llevado a un aumento significativo de intentos de suicidio, lo que pone de manifiesto el clima de terror estatal imperante en el país.
Torturas Desgarradoras en las Prisiones Venezolanas
El informe, titulado Informe Anual 2024-2025 sobre Crímenes de Lesa Humanidad en Venezuela, resalta que las condiciones en estas prisiones son comparables a las de los campos de concentración nazi. Las víctimas sufrieron golpizas, descargas eléctricas, privación del sueño y amenazas constantes. La situación es tan extrema que el uso masivo de ansiolíticos se reporta como una medida para controlar a los detenidos, quienes enfrentan castigos severos y condiciones inhumanas. La directora ejecutiva, Tamara Suju, enfatizó que estas acciones constituyen una forma de terrorismo de Estado.
Inducción al Suicidio: Una Estrategia Deliberada
El Instituto Casla ha denunciado formalmente al Estado Venezolano por inducir al suicidio como parte de su estrategia de represión. Suju subrayó que los abusos constantes, junto con la desesperanza y la falta de atención médica, han generado un entorno propicio para intentos de suicidio. Durante los primeros meses en prisión, se registraron hasta 8 intentos diarios de suicidio en Tocorón. El trágico caso de Lindomar Amaro, quien se suicidó tras dos semanas de aislamiento, pone de relieve esta terrible realidad y la urgente necesidad de atención internacional.
Un Sistema Represor y Criminal
El gobierno de Nicolás Maduro ha sido caracterizado por Suju como una tiranía estructurada, donde las instituciones estatales están al servicio de la represión y el control social. Según el informe, los crímenes de lesa humanidad en Venezuela son parte de una estrategia planificada por una cúpula político-militar. Este sistema no solo implica el uso de la fuerza para reprimir, sino que incluye redes de inteligencia, desapariciones forzadas y torturas sistemáticas.
El Rol de los Jóvenes en las Torturas
Uno de los hallazgos más inquietantes del informe es la revelación de que muchos de los torturadores son jóvenes entre 18 y 25 años, quienes están en prácticas en cuerpos policiales. Suju destacó que este uso de jóvenes para llevar a cabo torturas es un ciclo vicioso de violencia que afecta tanto a las víctimas como a los perpetradores. A partir de sus testimonios, la situación en las prisiones de Venezuela es una clara violación de los derechos humanos.
Llamado Urgente a la Comunidad Internacional
El Instituto Casla ha recopilado testimonios y pruebas documentales en su informe, que será presentado a organismos internacionales como la Corte Penal Internacional (CPI). Suju ha pedido que se tomen medidas contundentes contra el gobierno de Maduro, incluidas órdenes de aprehensión para los líderes responsables. Asimismo, hizo un llamado a la comunidad internacional para que siga presionando y visibilizando los abusos perpetrados por el Estado venezolano.
Conclusión: Una Crisis Humanitaria en Venezuela
La situación en Venezuela requiere una atención urgente y acciones coordinadas a nivel internacional. Las denuncias presentadas por el Instituto Casla no sólo detallan un panorama aterrador de violaciones de derechos humanos, sino que también exigen una respuesta contundente ante un gobierno que se ha adueñado de las instituciones del Estado para mantener su poder a cualquier costo. La necesidad de respaldo y apoyo internacional se vuelve fundamental para abordar esta crisis humanitaria y procurar justicia para las víctimas.