Negociaciones entre EE. UU. y el régimen de Maduro: Un análisis profundo de Juan González
Juan González, exdirector senior del Consejo de Seguridad Nacional (NSC) de EE. UU. durante la administración Biden, ha hecho revelaciones significativas sobre las complicadas negociaciones entre Estados Unidos y el gobierno de Nicolás Maduro. En su reciente entrevista, González detalló que estas discusiones se llevaron a cabo en múltiples ocasiones entre Caracas y Doha, Qatar, y contaron con la participación de representantes clave del gobierno estadounidense, incluidas las carteras de Estado y Tesoro. Este enfoque coordinado refleja un cambio en la estrategia, pues en 2021 el régimen de Maduro ya había logrado una considerable consolidación y adaptación a las sanciones impuestas.
Según González, la política de “máxima presión” implementada por la administración Trump no contó con un respaldo diplomático efectivo. Afirmó que la falta de mediación condujo a situaciones en las que buques sancionados de Irán lograban transportar petróleo venezolano, que luego se transbordaba en Malasia y se vendía a China a precios muy inferiores al del mercado mundial. El análisis de González resalta la ineficacia de las sanciones en el contexto geopolítico de la región y la capacidad que tuvo el régimen de Maduro para resistir estas presiones económicas.
Una de las decisiones estratégicas mencionadas por González fue la licencia otorgada a Chevron por parte del presidente Biden. Esta licencia tenía un doble propósito: asegurar que las ganancias no beneficien al régimen de Maduro y facilitar la recuperación de la deuda que Venezuela tenía con Chevron. Esto no solo permitió la entrada de divisas al país, sino que también ayudó a estabilizar y revitalizar el sector privado venezolano, un área crítica para el desarrollo económico nacional.
No obstante, González advirtió que la reimposición de sanciones bajo la administración Trump ha generado un "vacío" que está siendo aprovechado por otros actores en la escena internacional, lo que podría complicar aún más la situación. Además, anticipó que esta acción puede intensificar la crisis migratoria, al empujar a más venezolanos a buscar nuevas oportunidades, incluso en EE. UU., a pesar de los esfuerzos del actual gobierno para disuadir la migración.
El exdirector del NSC compartió su experiencia en su primer viaje a Caracas en compañía de Roger Carstens, Enviado Especial para Asuntos de Rehenes, y el embajador Jimmy Story. La misión principal era exigir la liberación de ciudadanos estadounidenses detenidos en Venezuela. González dejó claro a Maduro que la liberación de estos individuos era una condición para mantener el canal de comunicación abierto, lo que resultó en la liberación de dos estadounidenses solo dos días después de la reunión.
La primera ronda formal de negociaciones en mayo de 2023 mostró un cambio de prioridades, donde el foco ya no era únicamente el petróleo, sino la celebración de elecciones presidenciales transparentes. Según González, el objetivo de EE. UU. era asegurar condiciones que permitieran una votación creíble, apoyando la labor de la Plataforma Unitaria sin interferir en su función como defensores de la democracia en Venezuela. Esta colaboración buscaba definir estrategias en torno a garantías electorales y reformas necesarias, resaltando la importancia de un enfoque coordinado entre actores internacionales y locales.
A pesar de las expectativas optimistas, González fue realista al comentar sobre los acuerdos de Barbados, señalando que era poco probable que el régimen de Maduro permitiera elecciones que no pudiera controlar. Sin embargo, se mostró esperanzado de que estas negociaciones pudieran allanar el camino para elecciones municipales más inclusivas y competitivas en 2025. Reconoció que uno de los logros fue la alineación de gobiernos de América Latina y el Caribe en un marco democrático común en torno a la situación en Venezuela, lo que destaca la preocupación regional por la manipulación del proceso electoral por parte del régimen.
Las revelaciones de Juan González ofrecen un panorama profundo sobre el complejo entramado de las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela bajo el liderazgo de Maduro. La interacción entre sanciones, diplomacia y las necesidades humanitarias del pueblo venezolano pone de manifiesto la necesidad de un enfoque multifacético que contemple tanto la seguridad nacional como el bienestar de los ciudadanos. Con la esperanza de lograr un cambio significativo en el futuro político y económico de Venezuela, el trabajo conjunto de actores locales e internacionales parece ser vital en este proceso.