La Manipulación de Nicolás Maduro y la Verdadera Crisis en Venezuela
En un reciente pronunciamiento desde Madrid, Pedro Antonio de Mendonça, coordinador en funciones del comando Mundo con Venezuela, criticó las acusaciones de Nicolás Maduro sobre una supuesta “operación de falsa bandera” en el Esequibo. Según Maduro, existía una amenaza de ataque contra la plataforma de la petrolera ExxonMobil, que opera en un área marítima en disputa entre Venezuela y Guyana. De Mendonça calificó estas declaraciones como una "pantomima", argumentando que su único objetivo es desviar la atención de los problemas apremiantes que enfrenta el país sudamericano.
Maduro, quien busca legitimidad tras una reelección cuestionada, ha utilizado el conflicto territorial como una herramienta política. La vicepresidenta Delcy Rodríguez también se unió a la narrativa, advirtiendo sobre un ataque planificado contra la ExxonMobil. Sin embargo, estas afirmaciones han sido desestimadas por De Mendonça, quien las considera infundadas y parte de una estrategia para mantener el poder ante la creciente crisis en Venezuela.
A pesar de reconocer la reivindicación territorial sobre el Esequibo, De Mendonça enfatizó que la solución al conflicto no radica en confrontaciones bélicas o acusaciones infundadas. En su lugar, instó a recurrir a métodos institucionales para abordar el tema, sugiriendo que lo más urgente es salir del régimen actual que ha llevado a la nación a una crisis multifacética. Su enfoque aboga por un cambio político que permita al país superar sus desafíos estructurales y recuperar su estabilidad.
La realidad social en Venezuela es desoladora. Con 903 presos políticos según últimas cifras, la población sufre no solo por la represión del régimen, sino por condiciones de vida críticas. Desempleo, una economía en ruinas y crisis humanitarias han llevado a que la mitad de la población viva en condiciones de pobreza extrema. Mientras Maduro se ocupa de crear una fachada de poder mediante acusaciones, la gente enfrenta la realidad del hambre y la falta de servicios básicos.
En este contexto, De Mendonça y el movimiento Vente Venezuela, fundado por la opositora María Corina Machado, buscan un cambio radical en la gestión política. Su objetivo es movilizar a los ciudadanos para presionar por un Gobierno que se ocupe de resolver las necesidades inmediatas de la población, más allá de las distracciones provocadas por disputas territoriales. Enfatizan que solo a través de la lucha democrática y el derecho a la protesta pacífica se podrá avanzar hacia una Venezuela libre y próspera.
Finalmente, es fundamental que la atención internacional se dirija hacia los problemas reales que atraviesan a Venezuela. Las disputas sobre el Esequibo no deberían eclipsar el enfoque en la crisis humanitaria y los derechos humanos. El llamado a la comunidad internacional es claro: se necesita actuar con urgencia y con una visión enfocada en restablecer la democracia y el bienestar del pueblo venezolano, que no puede seguir siendo un rehén de tácticas distractoras de un régimen opresor.