Nélida Sánchez: Un Año de Injusticia en Prisión
La detención de Nélida Sánchez, coordinadora de Formación Ciudadana Electoral de la ONG Súmate, ha levantado voces de protesta en Venezuela. Desde el 26 de agosto de 2024, Sánchez se encuentra recluida en El Helicoide, Caracas, tras ser arrestada bajo acusaciones que la organización califica de “fabricadas”. Este año de privación de libertad representa un duro golpe no solo para ella, sino también para el ejercicio de derechos humanos y la participación ciudadana en el país.
Súmate ha denunciado que la detención de Sánchez fue llevada a cabo sin orden judicial y con engaños. Con 56 años y padeciendo diversas condiciones médicas como hipertensión y fibromialgia, la situación de salud de Sánchez se ha deteriorado notablemente en prisión. La ONG destaca que, además de la privación de libertad, se le ha diagnosticado síndrome de estrés postraumático debido a las condiciones de detención que enfrenta.
El proceso judicial en contra de Nélida es, según Súmate, una cadena de irregularidades. Acusada de cinco delitos graves, incluidas instigación al odio y terrorismo, las pruebas en su contra son consideradas fabricadas. Un caso particularmente alarmante es el uso de supuestos mensajes en redes sociales, que nunca fueron publicados en su cuenta y fueron fechados posterior a su detención. Estas prácticas son vistas como una estrategia de la autoridad para silenciar a quienes cuestionan el statu quo.
Otra irregularidad evidente es la presentación telemática de Sánchez ante un tribunal, sin la presencia de sus abogados de confianza. Esto se suma a que los cargos se admitieron sin el debido proceso y se han cambiado repetidamente los fiscales y defensores sin notificación formal, lo que demuestra un claro desprecio por el derecho a la defensa y la presunción de inocencia, principios fundamentales en cualquier sistema judicial.
La ONG ha subrayado que el caso de Sánchez no es un hecho aislado, sino parte de un patrón de hostigamiento contra activistas y defensores de derechos humanos en Venezuela. El Estado, según Súmate, no solo debe garantizar la libertad de Sánchez, sino también restablecer su integridad y dignidad tras un año de sufrimiento y abuso. La exigencia de liberación inmediata y nulidad de las actuaciones judiciales es clave en su lucha por la justicia.
Finalmente, la detención de Nélida Sánchez pone de manifiesto los riesgos que enfrentan los defensores de derechos civiles en Venezuela. Es esencial que la comunidad internacional preste atención a esta situación, ya que cada día que pasa es un día más de injusticia. Este caso no solo representa una violación de los derechos humanos, sino que también simboliza la lucha por un futuro donde el activismo pacífico no sea castigado, sino alentado y protegido.