Monseñor Mario del Valle Moronta: Un Legado de Esperanza en el Táchira
La reciente eucaristía exequial en honor a Monseñor Mario del Valle Moronta, obispo emérito de la Diócesis de San Cristóbal, reunió a la comunidad del Táchira en un emotivo homenaje a un líder espiritual que dejó una impronta significativa en la vida de muchos. Monseñor Moronta, conocido por su dedicación y servicio a su grey, será recordado como un faro de esperanza y amor para los habitantes de esta región. Su cuerpo descansará al pie del Cristo del Limoncito, un símbolo de su compromiso con la fe y la comunidad.
Durante la ceremonia, Monseñor Lisandro Rivas, actual obispo de la Diócesis, expresó su profunda gratitud hacia Monseñor Moronta, destacando que su vida fue un “peregrinar agradecido” en busca del bienestar espiritual del pueblo. La asistencia masiva de parroquianos y representantes de diversas instituciones eclesiales y extra eclesiales al homenaje evidenció el impacto que su liderazgo tuvo durante más de 25 años. La participación, calificada de “hermosa”, resalta la conexión emocional que Moronta estableció con su comunidad.
El Nuncio Apostólico, Monseñor Alberto Ortega Martín, también formó parte de la ceremonia, trayendo consigo la bendición especial del Papa. Ortega Martín subrayó la importancia del legado espiritual de Monseñor Moronta, enfatizando que su dedicación ha dejado una huella indeleble, no sólo en la Diócesis de San Cristóbal, sino en toda la Iglesia venezolana. Su mensaje nos invita a valorar y custodiar las enseñanzas que Moronta impartió a lo largo de su vida sacerdotal.
Entre las últimas voluntades de Monseñor Moronta se encuentra su deseo de ser recordado con su corazón al lado del Santo Cristo del Rostro Sereno en La Grita, un gesto que refleja su inquebrantable fe y dedicación. Esta petición también resalta su devoción hacia la Virgen María, mostrando el profundo compromiso que tenía con su espiritualidad personal así como con la comunidad. No solo se despide físicamente, sino que su legado vivirá en la memoria colectiva de quienes fueron tocados por su ministerio.
El gobernador del Táchira, Freddy Bernal, también presentó sus respetos en la ceremonia, recordando a Monseñor Moronta como un amigo y compañero en la búsqueda del bienestar de la comunidad. En un momento de reflexión, Bernal compartió que Moronta fue un hombre de reconciliación y que su labor pastoral unificó al pueblo tachirense. Esto resalta la importancia de trabajar en conjunto por un propósito común, algo que Moronta practicó en su vida diaria. Su legado sigue vigente, promoviendo la paz y la esperanza en la región.
Por último, el gobierno regional declaró tres días de duelo para honrar la memoria de Monseñor Moronta, comenzando el 7 de agosto. Esta declaración no solo representa un período de luto, sino también una oportunidad para reflexionar sobre el impacto que su vida y trabajo tuvieron en la comunidad. Su ejemplo seguirá siendo una fuente de inspiración para los tachirenses, quienes pueden aprender del sacrificio, esfuerzo y dedicación que él encarnó a lo largo de su ministerio.
El legado de Monseñor Mario del Valle Moronta es un recordatorio de la importancia del servicio, la unión y la búsqueda constante de la esperanza en tiempos de adversidad. Su vida será celebrada y recordada, no solo en el Táchira, sino en todos aquellos que tuvieron el privilegio de conocerlo.













