La Temporada de Moriche en Tucupita: Un Tesoro de la Naturaleza
La temporada de moriche ha llegado a Tucupita, marcando el inicio de un período lleno de abundancia y alegría para los deltanos. Esta temporada, que se extiende desde mayo hasta agosto, coincide con la crecida del río Orinoco, lo que facilita la recolección del fruto en los morichales. Durante estos meses, las familias locales se agrupan para aprovechar al máximo este recurso natural, caracterizado por su sabor y sus múltiples beneficios nutricionales.
El proceso de recolección del moriche es una tradición profundamente arraigada entre los indígenas waraos. Con sus canoas, acceden a las áreas más profundas de la selva, donde el agua permite que los frutos floten a la superficie. La habilidad y el conocimiento ancestral de los waraos son fundamentales para esta actividad, que no solo les proporciona alimento, sino que también fomenta la unidad familiar y comunitaria. Cada miembro de la familia participa en la recolección, haciendo de esta tarea un evento social.
El moriche destaca por su pulpa amarilla, que contiene pequeñas conchas de color rojo o vinotinto. Para aprovechar al máximo este fruto, las familias deben raspadas las conchas antes de procesarlo. Este trabajo en conjunto fortalece los lazos familiares y asegura que el fruto se utilice de manera óptima. Además, la pulpa de moriche es un producto natural, no procesado industrialmente, lo que garantiza su calidad y propiedades saludables.
Una de las características más interesantes del moriche es su alto contenido graso, pero de origen natural. Comparado con el aceite de oliva, este fruto no contiene grasas trans, lo que lo convierte en una opción saludable para el consumo humano. En Tucupita, la demanda de moriche es alta, y cada kilo se puede vender entre 100 a 150 bolívares, gracias a su versatilidad en la cocina local.
El moriche se puede disfrutar de diversas maneras. Es utilizado para preparar carato, helados o incluso una pasta similar al yogur. Estas elaboraciones no solo son deliciosas, sino que también ofrecen una alternativa energética y refrescante, ideal para el clima cálido de la región. Este fruto, por lo tanto, se transforma en una bebida revitalizante que beneficia tanto a la salud como al paladar.
En conclusión, la temporada de moriche es un evento esperado en Tucupita que va más allá de la recolección del fruto. Es una época que fortalece los lazos comunitarios, resalta la importancia de las tradiciones indígenas y promueve el consumo de productos naturales y saludables. A medida que el río Orinoco crece y los morichales son accesibles, los deltanos celebran la llegada de este tesoro de la naturaleza, asegurando su legado para las futuras generaciones.













