Mujeres de Monagas se Unen por la Justicia de los Niños Secuestrados en EE. UU.
En el municipio Maturín, las mujeres de las comunidades y movimientos sociales en Monagas se reunieron en la emblemática redoma Juana Ramírez “La Avanzadora” para alzar sus voces en apoyo y exigir justicia. El foco de su manifestación fue la alarmante situación de los 66 niños venezolanos que han sido secuestrados en Estados Unidos. Esta acción no solo resalta la vulnerabilidad de muchos infantes, sino que también pone de manifiesto la preocupación por la violación de los derechos humanos de los menores.
La presidenta del Instituto Estadal de la Mujer y la Familia (Iemfa), Sully Rondón, lideró el acto, subrayando la gravedad de estos acontecimientos. Rondón expresó que la situación representa una violación directa de los derechos internacionales de los niños y que es imperativo unirse en solidaridad con las familias afectadas. “Exigimos que se implementen las medidas necesarias para traer a estos infantes de regreso a sus hogares y garantizar su protección en todos sus aspectos,” afirmó, mostrándose firme en su compromiso con la causa.
Durante la manifestación, también se escuchó la voz de Karelys Fernández, vicepresidenta de mujeres del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) en Monagas. Fernández hizo un llamado a la comunidad internacional para que se intensifiquen los esfuerzos en la búsqueda y recuperación de los niños. Destacó la importancia de establecer mecanismos más robustos para la protección de la infancia, un tema que requiere atención urgente no solo a nivel local, sino también internacional.
Este tipo de iniciativas son fundamentales para crear conciencia sobre la situación de los derechos de los niños en el contexto global. La documentación de casos de secuestro y violaciones de derechos humanos no solo es una responsabilidad de los gobiernos, sino también de las sociedades en su conjunto. La manifestación de Maturín es un claro ejemplo de cómo las comunidades pueden unirse para crear un impacto positivo y exigir cambios significativos.
Además, es crucial mencionar el papel que juegan las mujeres en la lucha por los derechos humanos. Estas manifestaciones no solo se enfocan en casos específicos, sino que también abordan problemáticas sistémicas que afectan a las mujeres y niños. La sororidad y el apoyo mutuo son claves en este tipo de iniciativas, lo que permite que las voces de los más vulnerables sean escuchadas con mayor fuerza.
En conclusión, la movilización de las mujeres en Monagas no solo resalta un problema urgente, sino que también establece un precedente sobre la importancia de la solidaridad y la acción colectiva. Exigir justicia por los niños secuestrados es un llamado a la comunidad internacional para actuar y tomar medidas eficaces que garanticen un entorno seguro para todos los niños. La protección de los derechos infantiles debe ser una prioridad, exigiendo un compromiso global y local que respete su dignidad y bienestar.













